El rey ha muerto: Los Red Sox a punto de ceder el título en MLB
Los Boston Red Sox sufren un golpe mortal en sus aspiraciones de refrendar el título con la lesión del as de su rotación.
Después de una temporada histórica para la franquicia que culminó con la obtención de su cuarto gallardete en los últimos 15 años, los Boston Red Sox se disponen a ceder el trono de manera prematura.
A pesar de contar con el mejor bateo colectivo de Grandes Ligas (.277) y la segunda mayor cantidad de carreras (735), los Red Sox sucumbieron desde el inicio de la temporada y la noche del lunes recibieron el beso de la muerte con la noticia de que el as de su rotación, Chris Sale, no volverá a subir a la loma durante el resto del calendario regular.
Si bien es cierto que Sale no ha sido la solución, sino más bien parte del problema que tiene a Boston en tan precaria situación, y también es cierto que una desventaja de seis juegos en la lucha por el segundo comodín de la Liga Americana no es precisamente irremontable con 36 partidos restantes en el calendario, las aspiraciones de los Red Sox se desvanecen como agua entre las manos.
Sale no había sido, ni cerca, el lanzador más brillante de la rotación de Boston. Su porcentaje de triunfos de .353 (6-11) y su promedio de carreras limpias admitidas son (4.40), por mucho, las peores cifras de su carrera. Sin embargo, a últimas fechas había mostrado señales alentadoras con tres carreras permitidas y 25 ponches en sus últimas dos apariciones.
Sin Sale en una rotación que, de momento, también padece la ausencia de David Price _ también de decepcionante rendimiento en 2019 _ los Red Sox están en manos de Rick Porcello (5.49), Eduardo Rodríguez (4.10), Nathan Eovaldi (6.69 en apenas 36 innings de labor) y posiblemente el mexicano Héctor Velázquez (5.81 y actualmente en sucursales), así como uno de los peores cuerpos de relevistas de la Gran Carpa.
Difícilmente se le puede considerar material confiable para emprender una remontada épica en septiembre, una carrera que lo lleve con la confianza en alto a la postemporada que le permitiera al manager Alex Cora sacar un nuevo conejo de la chistera.
Por si fuera poco, de los 36 partidos restantes que tiene Boston, solo seis son contra rivales directos en la lucha por el comodín _ incluyendo una serie de tres duelos ante Minnesota, actual líder divisional _ lo que le impide reducir el margen de manera directa.
En pocas palabras, es solo cuestión de que Boston entregue el cetro que se ganó en 2018 con sangre, sudor y lágrimas. Y lo hará sin presentar pelea.