En Estados Unidos, el deporte ha decidido atacar de raíz la violencia doméstica y con la política de “cero tolerancia” busca eliminarla de una vez por todas.
La violencia siempre será un tema de importancia principal para erradicarla en cualquier arista de nuestro entorno social. Es una fase por la que jamás debería entrar el ser humano y tampoco se debe permitir ser preso de ella. La violencia en la vida y en el deporte es algo que se debe de atacar de raíz y con los métodos más implacables que puedan existir dentro de las reglas para evitarla de manera definitiva.
En Estados Unidos, todos los deportes han adoptado una postura totalmente enérgica para erradicar la violencia. Una de las ligas que sufre más de esta situación es la National Football League (NFL), donde desafortunadamente hay gran cantidad de casos de violencia presentes de todo tipo: física, psicológica, sexual, etc.
Una de las formas que más se ha presentado dentro de la NFL es la llamada “violencia doméstica” o "violencia intrafamiliar". Este tipo de violencia se da dentro de la convivencia asimilada por parte de uno de los miembros de la relación familiar, noviazgo, amistad, etc., en donde se ve envuelta algunas situaciones como el uso de la fuerza física, psicológica o el acoso sexual.
Se entiende que la NFL sea la liga que más casos de violencia presenta con base en el número de jugadores que participan año con año que son un total de 1696 jugadores los que compiten entre los 32 equipos que cuentan con un roster de 53 personas por cada uno.
La Major League Baseball (MLB) tiene un total de 750 jugadores divididos en 30 equipos con 25 personas cada uno de ellos, mientras que la National Basketball Association (NBA) cuenta con 390 jugadores (30 equipos con un roster de 13 jugadores por cada uno).
Lo que no se puede entender y no se puede permitir es la gran cantidad de casos de violencia en general que se han registrado en la NFL. Un estudio de USA Today detalla que hasta el momento se tiene un total de 941 casos de violencia dentro de la NFL a partir del año 2000.
De esos 941 casos, 110 casos son de violencia doméstica y 51 de ellos se han presentado durante los últimos diez años (2009-2019). Desde su llegada a la NFL, el comisionado Roger Goodell ponderó la política de “cero tolerancia” a todos estos actos de violencia doméstica que van en contra del respeto al deporte y que ha provocado que algunos jugadores ya no hayan tenido cabida en la NFL por su comportamiento fuera del emparrillado.
Violencia doméstica, ¿el cáncer de la NFL? Estos son algunos casos
Hay casos que se han presentado en las últimas temporadas que han creado una gran conmoción en la liga. Uno de los más recordados es el del ex running back de los Baltimore Ravens Ray Rice, quien en 2014 fue suspendido de forma definitiva de la liga por haber agredido de una forma salvaje a su pareja Janay Palmer dentro de un elevador.
Un caso que tuvo grandes alcances a tal grado que el anterior presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reaccionó de una forma nada agradable y sentenció que "golpear a una mujer no es algo que haga un hombre de verdad". La carrera de Rice en la NFL se acabó, ningún equipo estuvo interesado en un hombre que golpeó de tal forma a una mujer.
Sin embargo no todos los casos han sido así. El running back Kareem Hunt estuvo involucrado en un caso de violencia doméstica en la temporada pasada, donde aún militaba con los Kansas City Chiefs.
El jugador golpeó a una mujer, la derribó y la pateó en un hotel, lo cual apareció en un video de las cámaras del lugar y derivó en la suspensión inmediata, ya que fue colocado en la lista de exentos del Comisionado el 30 de noviembre, situación que también provocó su despido inmediato de los Chiefs.
Meses después, los Cleveland Browns le dieron la oportunidad de redimirse dentro de la NFL y será parte del roster de 53 jugadores que tendrán para encarar la temporada 2019.
Algunos de los jugadores que se han visto envueltos en la última campaña en problemas de violencia doméstica fueron el wide receiver de los Kansas City Chiefs, Tyreek Hill, y el running back de los Dallas Cowboys, Ezekiel Elliott.
Tyreek Hill estuvo involucrado en una disputa con su pareja Cristal Espinal y su hijo de tres años, a los que en principio se había señalado que los había golpeado y que incluso le había roto el brazo. Al final, se determinó que el wide receiver no era culpable de los cargos de los que se le acusaban y podrá regresar sin problemas a la NFL.
El running back Ezekiel Elliott fue suspendido por seis partidos, después de estar envuelto en un caso de violencia doméstica donde al parecer hubo agresiones físicas en contra de su pareja, Tiffany Thompson, en 2017.
La política de la NFL se revisa anualmente desde 1997 y la política de “cero tolerancia” busca vencer a la violencia que se presenta fuera del emparrillado.
En la MLB, los latinos dan la nota negativa
En el Béisbol de las Grandes Ligas, los latinos son los que han dado la mala nota. Los jugadores dominicanos y cubanos son los que predominan en esta lista de “chicos malos”.
Miguel Sanó, José Reyes, Jeurys Familia por parte de la República Dominicana; Yasiel Puig, Héctor Olivera y Aroldis Chapman por Cuba.
Sumado a ello, los mexicanos Roberto Osuna y Julio Urías también están dentro de esta nada envidiable lista, donde los venezolanos José Torres y Odúbel Herrera completan la decena de hombres.
La política de la MLB está escrita desde el 2015 y han existido duras sanciones. La última de ellas la sufrió el venezolano Odúbel Herrera, quien fue castigado por 85 partidos tras haber sido apresado el pasado 27 de mayo tras las sospechas de haber golpeado a su novia en un hotel de Atlantic City, en New Jersey.
Otros casos que llamaron la atención de las Grandes Ligas fueron el de Steven Wright y el shortstop de los Chicago Cubs, Addison Russell.
La violencia es un tema que se trata de erradicar en todo el deporte. La violencia doméstica o intrafamiliar es algo que el deporte buscará eliminar sea como sea, así le cueste la carrera a algún deportista, ¿o no Ray Rice?