Los Raiders se despiden de Oakland llenos de dudas

El año pasado, la expectativa rodeó a los Oakland Raiders desde el momento en que se anunció el regreso del coach Jon Gruden y la contratación de una serie de veteranos que buscaban revivir su carrera en el norte de California. Un inicio de 1-9 terminó con cualquier ilusión.

Con Gruden en su segundo año de un contrato histórico, la enorme apuesta que tomó el equipo con la llegada de Antonio Brown y tres selecciones de primera ronda elegidas por el nuevo gurú de la Bahía, Mike Mayock, los Raiders tiene la obligación de mostrar progreso en su último año en Oakland antes de emigrar a Las Vegas.

La apuesta es grande.

La llegada de Brown y Tyrell Williams le dan a Derek Carr un cuerpo completamente renovado de receptores que le quitan cualquier excusa y aumentan la presión sobre el pasador de quinto año, luego de una marcada regresión los últimos dos años.

La llegada del running back Josh Jacobs (Alabama) también debe ser de ayuda por revitalizar el ataque terrestre de los Raiders que perdió al veterano Marshawn Lynch y se ubicó 25to de la NFL. Jacobs tendrá todas las oportunidades por arrebatarle la titularidad a Doug Martin y brindarle balance a una ofensiva que pareció entrar en sintonía en los últimos cinco juegos de temporada.

Pero eso es tan solo la mitad de la ecuación.

Ninguna defensiva permitió más puntos que Oakland el año pasado, sumaron apenas 13 sacks y admitieron 36 pases de touchdown. Ahí es donde se debe reflejar la mano de Mayock, quien en su primer Draft como gerente general de la NFL tomó a seis jugadores defensivos, entre ellos tres especialistas en ir por el quarterback, un safety y dos cornerbacks.

Los Raiders siguen siendo un trabajo en proceso, y atorados en una división sumamente competitiva, con dos aspirantes al Super Bowl en Chargers y Chiefs, y un calendario adverso que los tiene de visita en cuatro de sus últimos seis juegos, incluso el más optimista de los escenarios difícilmente alcanzará para despedirse de Oakland con un buen sabor de boca.

Oakland Raiders

División Oeste AFC

Récord en 2018: 4-12

Estadio: RingCentral Coliseum

Títulos de Super Bowl: 3 (XI, XV, XVIII)

Head coach: Jon Gruden

Coordinador ofensivo: Greg Olson

Coordinador defensivo: Paul Guenther

Draft 2019

1ra (4) DE – Clelin Ferrell (Clemson)

1ra (24) RB – Josh Jacobs (Alabama)

1ra (27) S – Jonathan Abram (Mississippi State)

2da (40) CB – Trayvon Mullen (Clemson)

4ta (106) DE – Maxx Crosby (Eastern Michigan)

4ta (129) CB – Isaiah Johnson (Houston)

4ta (137) TE – Foster Moreau (LSU)

5ta (149) WR – Hunter Renfroe (Clemson)

7ma (230) DE – Quinton Bell (Prairie View)

Movimientos

Altas:

WR – Antonio Brown

FS – LaMarcus Joyner

WR – Tyrell Williams

Bajas:

TE – Jared Cook

RB – Marshawn Lynch

WR – Jordy Nelson

Jugador a seguir

La ofensiva de los Raiders tuvo todo tipo de problemas en 2019, ninguno más grande que su ataque terrestre. La combinación de los veteranos Doug Martin y Marshawn Lynch se combinaron para apenas 1,099 yardas y siete touchdown. La escuadra de Jon Gruden espera que todo eso cambie con la llegada de su segunda selección (24ta global), Josh Jacobs. Aunque Martin permanece anotado como el titular, es posible que el equipo opte por combinar acarreos con Jacobs, algo a lo que el novato estuvo acostumbrado durante sus tres temporadas en Alabama. Establecer el ataque terrestre debe ser una prioridad para Gruden este año, a fin de restarle presión al quarterback Derek Carr, quien goza de un grupo completamente nuevo de receptores.

LeyendAS

Sin duda ha habido mejores quarterbacks, pero el impacto de Tom Flores con los Raiders no se mide en yardas, se mide en quilates. Y nadie en la organización tiene más que el hijo de migrantes mexicanos, quien tuvo una mano en los tres títulos de Super Bowl de los que presume la organización, dos de ellos como entrenador en jefe. En sus nueve años al frente de los Raiders, Flores acumuló un récord de 83-53, 8-3 en playoffs (solo Vince Lombardi tiene mejor porcentaje de triunfos), dos títulos y solo dos temporadas con marca perdedora. Su huella está plasmada por toda la organización, en la que pasó seis años como jugador, siete como coach de receptores y nueve como entrenador en jefe. George Seiffert, Jimmy Johnson y Flores son los únicos coaches con dos títulos de Super Bowl que no están en el Salón de la Fama.