Quarterbacks, la posición más complicada en el Draft
Un total de 118 pasadores fueron reclutados desde 2009 y sólo cinco de ellos han iniciado en un Super Bowl.
La de quarterback es la posición que más dolores de cabeza le produce a un gerente general en la NFL.
Seamos brutalmente honestos. Hay cuatro quarterbacks de élite en la liga: Tom Brady, Drew Brees, Ben Roethlisberger y Aaron Rodgers. Hay otro grupo buenos y veteranos pasadores, como Philip Rivers, Andrew Luck, Russell Wilson, Matt Ryan y Carson Wentz. Y luego están las jóvenes promesas: Patrick Mahomes, Deshaun Watson, Mitch Trubisky, Baker Mayfield, Sam Darnold y Lamar Jackson.
De todos los arriba mencionados, sólo cinco han ganado al menos un Super Bowl. Porque el anillo que tiene Wentz se lo debe a Nick Foles.
No, no es fácil encontrar a tu quarterback franquicia en la NFL. No a través del Draft. No a través de la agencia libre. Brady, como es conocido de sobra, fue una selección de sexta ronda, y Brees (segunda ronda, Chargers, 2001) es de las contadas excepciones de un quarterback franquicia obtenido en la agencia libre (New Orleans, 2006).
Pero el Draft sigue siendo el gran escaparate para las franquicias que desesperadamente buscan a su jugador más importante.
En siete de los más recientes 10 años, al menos tres quarterbacks han sido reclutados en la primera ronda del Draft de la NFL, incluidos cinco en 2018 y cuatro en 2012 y 2011.
Un total de 118 pasadores fueron seleccionados desde 2009 y sólo cinco de ellos han iniciado en un Super Bowl: Jared Goff, Russell Wilson, Nick Foles, Cam Newton y Colin Kaepernick, siendo Wilson y Foles los únicos que lo ganaron.
En 2019 no será la excepción. La proyección es que cuatro quarterbacks sean reclutados en la primera ronda, que se llevará a cabo el 25 de abril en Nashville, Tennessee.
El favorito para ser incluso la primera selección global es Kyler Murray, de Oklahoma. Es ganador del Heisman y la campaña pasada, la única en la que jugó más de ocho partidos, lanzó 42 pases de touchdown. El año pasado firmó un contrato por 4.66 millones de dólares con los Oakland Athletics de la MLB, pero luego dijo que estaba completamente comprometido con su carrera como quarterback en la NFL.
Su único “pero” es el tamaño, pues mide apenas 1.77 metros de estatura. Los Arizona Cardinals, que tienen la primera selección global, ya se entrevistaron con él.
Dwayne Haskins tuvo únicamente 22 juegos con Ohio State, 14 de ellos como titular en 2018, cuando pasó para 4,831 yardas y 50 touchdowns.
Hasta la semana pasada la idea general era que estos chicos serían los dos primeros pasadores que escucharían su nombre en el Draft, pero un flamante reporte indica que el “stock” de Haskins se han “hundido” y que será el cuarto quarterback reclutado este año.
Los otros dos candidatos son Drew Lock (12,193 yardas y 99 touchdowns en cuatro campañas), de Missouri, y Daniel Jones (52 touchdowns en tres años), de Duke.
Comencé este artículo con aquello de que los quarterbacks son una pesadilla para los gerentes generales. Bueno, también lo son para los coaches, porque básicamente de ellos dependen sus empleos.
De los 13 pasadores reclutados en la primera ronda desde 2015, solo cinco llegan a la campaña 2019 con su coach original, y cinco de esos equipos han cambiado de entrenador dos veces.
No es casualidad. Por supuesto que hay una relación: elegir al quarterback equivocado en el Draft puede costarle hasta 10 años de malaria a una franquicia de la NFL, y como ejemplo están los Buccaneers, que en 2009 seleccionaron en la primera ronda a Josh Freeman, hoy un lastre en Tampa Bay.
¿Buscas QB en el Draft? Buena suerte.