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Gordon se une a la lista de problemas de los Patriots

Tom Brady, Rob Gronkowski y una defensiva sospechosa son algunas de las incógnitas en New England, que está lejos de su nivel acostumbrado.

Estados Unidos
Tom Brady, Rob Gronkowski y una defensiva sospechosa son algunas de las incógnitas en New England, que está lejos de su nivel acostumbrado.
AP

Josh Gordon. El nuevo problema de Bill Belichick es encontrar un sustituto del receptor, que fue suspendido indefinidamente por la NFL tras violar un acuerdo que le permitió jugar después de múltiples castigos por abuso de sustancias prohibidas.

Gordon, que llegó a los Patriots en septiembre tras un canje con los Browns, es cuarto en New England con 40 recepciones, 720 yardas y tres touchdowns. El líder en recepciones es el corredor James White, con 81 para 699 yardas y 6 anotaciones; le siguen Julian Edelman (63-711-4) y Rob Gronkowski (45-658-3).

No, nada cercano a los estándares de los Patriots. Belichick trata de evitar una tercera derrota en fila, algo que él que no experimenta con los Patriots desde el 27 de octubre de 2002, cuando perdió el último de una racha de cuatro reveses. Ese año también es el último en el que New England cayó en semanas consecutivas en diciembre.

Y si los Patriots no son lo que suelen ser en el último mes del calendario es quizá el reflejo de su jugador más importante. Tom Brady llega a la Semana 16 tras uno de sus peores juegos de la campaña, en la derrota ante Pittsburgh en el Heinz Field: falló cuatro pases a las diagonales al final del juego y en el cuarto periodo sufrió una rara intercepción en la banda. El veterano insiste en que trató de lanzar el balón fuera del campo, pero el envío no tuvo la suficiente fuerza y fue interceptado por Joe Haden.

También es justo mencionar que cuatro de los pases de Brady fueron incompletos porque sus receptores los dejaron caer de las manos. Los Patriots fueron castigados 14 veces para 106 yardas. La defensiva aceptó 158 yardas por tierra y 142 fueron de Jaylen Samuels, suplente de James Conner. El novato de quinta ronda nunca había tenido un juego de 100 yardas en su vida. Nunca.

Por si fuera poco, Gronkowski fue prácticamente un espectador más en Pittsburgh. Atrapó sólo dos pases (el primero de ellos en el último cuarto) para 21 yardas, básicamente porque fue usado más como un bloqueador y no como un elemento en el juego aéreo.

Como sea, Gronkowski es otro de los que está muy lejos de sus números de costumbre. La temporada pasada castigó a los Steelers con 9 recepciones y 168 yardas, y después de 15 semanas tenía 1,015 yardas y 7 touchdowns.

Aunque cierran la campaña contra Bills y Jets, dos de sus clientes consentidos, Belichick y los Patriots tienen mucho por corregir antes de su primer juego de postemporada, que muy probablemente sea en la ronda de Wild Card.

¿Será que sus rivales divisionales usarán parte de lo mostrado por los Steelers para terminar de arruinar el cierre de campaña de New England?

“Hay un elemento de eso cada semana. A veces depende, supongo, de lo mucho que pienses que tu oponente va a replicar algo que sucedió la semana pasada o recientemente”, reconoció Belichick. “Mira, sólo tienes un cierto número de jugadas en la práctica diaria y semanal, y tienes que decidir cómo deseas asignar esas jugadas; debes decidir cuánto tiempo de práctica quieres asignar a un problema en particular que quieras abordar. Eso varía, dependiendo del equipo al que enfrentes y también de los equipos contra los que hayas jugado recientemente”.

No es un solo problema el que tiene que resolver Belichick, pero la historia está de su lado porque tiene un impresionante récord de 86-30 contra rivales divisionales desde que llegó a New England.

Por lo pronto, su equipo parece pretendiente en la AFC. Cuesta trabajo escribirlo, pero los Patriots son pretendientes.