¿Podrá la defensa de Ravens ponerle alto a Patrick Mahomes?
Baltimore cuenta con la mejor defensa de la NFL y será un reto mayor para el joven quarterback de los Chiefs
Domingo a domingo, Patrick Mahomes se ha hecho a la costumbre de destrozar defensivas. El joven quarterback de los Kansas City Chiefs (10-2) es el líder de la NFL con 41 pases de touchdown; incluido el de la semana pasada contra Oakland, tiene cinco juegos con cuatro envíos a las diagonales y dos con seis, ante Pittsburgh y los Rams.
Pero los primeros 12 juegos de la campaña regular, Mahomes no ha visto nada siquiera cercano a lo que verá el domingo en el Arrowhead Stadium.
La de Ravens es la mejor defensa de la liga, tercera contra la carrera y segunda contra el pase. La semana pasada los Ravens limitaron a los Falcons en 131 yardas y Matt Ryan tuvo el peor partido en sus 11 años como profesional.
Mahomes comanda el equipo que más puntos anota por partido, con 37, pero Baltimore también es líder de la liga al aceptar únicamente 17.8.
¿Serán los Ravens los que descarrilen el tren llamado Mahomes? La clave será mantener en la bolsa al habilidoso pasador de los Chiefs, que es igual de efectivo cuando improvisa, corre y lanza.
El “master chief” de esa defensa es el linebacker Terrell Suggs, colíder del equipo con 6.5 capturas, empatado con el también linebacker exterior Za'Darius Smith.
Suggs y Smith tratarán de evitar que Mahomes escape por las bandas y lance alguno de sus bombazos. Nadie en la liga tiene más de esos 43 pases de al menos 25 yardas que presume Mahomes.
Para los Chiefs este será el segundo partido sin Kareem Hunt, el estelar corredor que fue cortado por el equipo tras filtrarse un video en el que se ve cómo empuja y patea a una mujer, en un incidente ocurrido en un hotel de Cleveland, en febrero.
El lugar de Hunt fue tomado por Spencer Ware, quien contra los Raiders llevó el balón en 14 ocasiones y sumó apenas 47 yardas, cinco menos que Mahomes.
Los Ravens tratarán de sacar el ataque terrestre de la ecuación y forzar a Mahomes a lanzar más de lo deseado.
De lograrlo, su primer problema se llama Travis Kelce, quien tiene 1,082 yardas, líder entre los tight ends. Contra Oakland, Mahomes y Kelce se combinaron en 12 jugadas para 168 yardas y un par de touchdowns.
Los Ravens van a tener que mezclar sus coberturas sobre Kelce, y eso podría incluir desde linebackers (Matt Judon), cornerbacks (Jimmy Smith) y safeties (Chuck Clark).
El rapídisimo receptor Tyreek Hill es un peligro constante para cualquier defensiva y el coach Andy Reid podría involucrarlo más en el juego terrestre si Ware o Darrel Williams no son capaces de generar yardas o preocupar a la defensiva de Baltimore.
La defensa de los Chiefs tendrá sus propios problemas con el novato Lamar Jackson, quien ha corrido para 265 yardas en los tres juegos en los que ha sido titular, un récord para un quarterback desde 1966.
La defensiva de Kansas es la penúltima de la liga en cuanto a yardas por juego (417), la peor contra el pase (295) y la 22 por tierra (122).
Por supuesto, los Ravens tratarán de establecer el ataque terrestre. En todas las derrotas de Baltimore en la campaña, el común denominador es que no tuvieron un corredor de 100 yardas. Por ello el plan de juego podría incluir una buena dosis de Lamar Jackson y del corredor Gus Edwards, quien en los tres partidos más recientes suma 315 yardas.
Los Chiefs son segundos en la NFL con 39 capturas de quarterback y ello podría complicar a Jackson. El end Chris Jones tiene 10 sacks en la campaña, incluida al menos una en los últimos ocho juegos.
Si los Ravens corren el balón de manera efectiva, Mahomes estará en la banca, una posición incómoda para el joven de 23 años de edad.
Un triunfo de Baltimore combinado con un triunfo de New England cambiará la siembra de la Conferencia Americana y serán los Patriots los nuevos líderes.
Para Mahomes y los Chiefs no hay margen de error.