La peor ofensiva en la era Bill Belichick- Tom Brady con Patriots
Las 300 yardas que los Patriots promedian por partido son lo más pobre desde 2001, cuando el quarterback debutó como titular en New EnglandLos Patriots usarán jersey blanco en el Super Bowl… otra vez
Está bien documentado que la ofensiva de los Patriots está basada en el juego aéreo. Así es como la dupla Bill Belichick y Tom Brady ha llegado a ocho Super Bowls y ganado cinco anillos de campeón.
Brady ha hecho funcionar ese sistema con más de una docena de receptores (Troy Brown, David Patten, Deion Branch, David Givens, Brandon LaFell, Julian Edelman, Danny Amendola y Chris Hogan, por mencionar algunos) a lo largo de 17 temporadas, pero en 2018, a sus 41 años de edad, Brady no tiene las respuestas que solía tener para mantener al ataque de los Patriots como uno de los mejores de la NFL.
De hecho, después de tres semanas, la ofensiva de New England genera 300 yardas por partido (25 en la NFL), su peor promedio desde que inició la era Belichick-Brady, en 2001 (305.1).
Los Patriots promedian 202.3 yardas por pase, también lo más pobre desde 2001, cuando tuvieron 193.1, en la campaña en la que Brady debutó como titular, luego de que Drew Bledsoe se lesionó en el ahora memorable juego de la Semana 2 ante los Jets.
Los Patriots están pagando el precio de haberse deshecho de los receptores Brandin Cooks (Rams) y Danny Amendola (Dolphins), y del corredor Dion Lewis (Titans) en la agencia libre.
Cooks fue segundo en New England en 2017 con 65 balones atrapados, 1,082 yardas y 7 touchdowns; Amendola fue tercero con 61 recepciones, 659 yardas y otras dos anotaciones, mientras Lewis (56-429-3) fue otra opción confiable para Brady.
Julian Edelman aún debe cumplir un partido de suspensión por haber usado sustancias prohibidas por la liga, y es una incógnita en qué forma regresará tras haberse perdido toda la campaña 2017 debido a una lesión de ligamentos de la rodilla.
La semana pasada, los Patriots obtuvieron -vía canje con los Browns- a Josh Gordon, un problemático receptor que ha sido suspendido dos temporadas completas por abuso de sustancias prohibidas.
“No estamos anotando suficientes puntos. No estamos ejecutando lo suficientemente bien”, dijo Brady tras la derrota en Detroit, la noche del domingo. “Se ha hablado de eso en la práctica, y vamos a ver el video y corregir algunas cosas”.
Las defensivas se han concentrado en el tight end Rob Gronkowski, quien después de atrapar 7 pases para 123 yardas y un touchdown en la Semana 1 contra Houston, en las derrotas ante Jacksonville y Detroit fue frustrado a 6 recepciones y 66 yardas, sin anotaciones.
Son los tres primeros juegos más pobres de “Gronk” desde su año de novato, en 2010, cuando el tight end titular era Aaron Hernandez.
El mejor receptor de los Patriots hasta ahora ha sido el corredor James White, con 14 balones atrapados, 125 yardas y un par de anotaciones.
El mejor receptor nominal de New England es Phillip Dorsett, con 12 recepciones, 110 yardas y un touchdown. Pero ni Dorsett ni Chris Hogan ni Cordarrelle Patterson son receptores que preocupen a los rivales de los Patriots. Hasta ahora la fórmula ha funcionado: concéntrate en Gronkowski y habrás ganado la mitad de la batalla.
“No hay jugadas mágicas. Todo se resume a la ejecución: lanzar, atrapar y convertir en tercer down”, agregó Brady.
El 28.57% de efectividad en tercer down es el peor de los Patriots desde 2001. El más pobre en la era Belichick-Brady en toda una campaña fue en 2003, con 37%, el año en que los Patriots ganaron el Super Bowl XXXVIII.
Es muy temprano para dar por muerto a un equipo que aún tiene a Belichick y Brady, pero esta vez el talento no parece ser suficiente y todo indica que la situación irá empeorando.
Gronkowski confirmó a una radiodifusora que este año los Patriots trataron de mandarlo a los Detroit Lions vía canje, pero que él amenazó con retirarse si eso se concretaba.
Brady quiere jugar hasta los 45 años, pero sin talento alrededor, no estoy seguro que esa sea una buena idea.