La XFL se cierne como un buitre sobre la NFL pensando en 2021

En el mismo momento en que termine la temporada 2020 una guerra cruenta empezará a asolar el universo de la NFL. El actual convenio colectivo habrá expirado y los jugadores intentarán recuperar muchos de los derechos que perdieron en 2011, cuando la NFL apretó las clavijas todo lo que quiso y los atletas terminaron claudicando en casi todas las grandes cuestiones.

Fue durante aquellas tensas semanas cuando Roger Goodell se ganó todo el prestigio que tiene entre los propietarios. Fue un negociador cruel, insensible e infranqueable en sus líneas rojas. Y al final consiguió que los jugadores en activo sacrificaran los derechos de los que iban a venir en el futuro a cambio de un plato de lentejas. Una táctica que la NFL también intentó poner en práctica con los demandantes afectados por secuelas físicas y que en ese caso no les funcionó solo porque el juez no se lo permitió, que los jugadores ya habían sacado la pluma para firmar con letras de sangre si hacía falta.

Las cosas han cambiado mucho desde 2011

Posiblemente, Goodell sigue siendo el comisionado de la NFL a pesar de sus habituales errores de bulto en el aspecto deportivo porque en la faceta económica todo va viento en popa. Y los propietarios se fían de él para conseguir que el próximo convenio sea igual de provechoso para ellos que el anterior.

No será sencillo que los jugadores vuelvan a claudicar por segunda vez por mucho que el ejército de abogados de la NFL ponga en práctica de nuevo todas las medidas posibles para dividirles. Esta vez los jugadores no llegarán a la batalla por sorpresa. Su asociación lleva tiempo advirtiéndoles de que la batalla podría ser larga y dura, con posible huelga de por medio, y que tienen que preverlo. Muchos no harán mucho caso y seguirán viviendo día a día, pero tras los avisos recibidos no tendrán tanta fuerza para dividir a su sindicato como en 2011.

La XFL ya fracasó en 2001

¿Y a qué viene esto ahora, a tres años vista todavía del posible apocalipsis? Pues que esta vez puede haber un nuevo factor que afecte a las negociaciones, y que además puede perjudicar gravemente a la NFL: la XFL.

La XFL es una competición que ya existió durante una sola temporada en 2001 y que fue un absoluto fracaso. La NBC y la Federación Mundial de Wrestling (WWF) perdieron mucho dinero en un proyecto que su ideólogo, Vince McMahon, directivo de la WWF, quiere volver a relanzar en 2020.

En los últimos meses se ha hablado mucho de la amistad entre McMahon y Donald Trump como chispa que ha hecho renacer la idea. Parece que el presidente está enfrentado a la NFL y sus declaraciones periódicas censurando a la liga lo demuestran. A pesar de los rumores, dudo mucho que después del fracaso de 2001 McMahon vaya a reactivar la XFL por cuestiones ideológicas. El movimiento es claramente empresarial y la batalla que tendrá lugar en la NFL durante las negociaciones del nuevo convenio en 2021 puede ser una de las chispas que, de verdad, hayan reactivado la idea mucho más que los exabruptos de Trump.

Llenar el hueco durante una posible huelga

La XFL tenía previsto empezar en 2020 con ocho equipos y un formato muy similar al de hace 17 años. Pero en los últimos días está corriendo el rumor de que el plan podría adelantarse. Puede parecer muy precipitado, incluso temerario vistos los antecedentes de 2001 cuando la competición duró solo un año y su cancelación fue anunciada ya a mitad de temporada. Aunque desde otro punto de vista, para la XFL sería ideal tener dos años de rodaje, sin hacer grandes inversiones, solucionando problemas y buscando el formato ideal, para intentar irrumpir con fuerza en 2021 cuando la NFL esté en plena batalla entre propietarios y jugadores, como tabla de salvación para los aficionados huérfanos de football y enfadados por la situación.

Por supuesto que es una aventura temeraria. En el momento en que haya fumata blanca en la NFL la XFL pasará a ser un plato de segunda mesa como mucho. Sin embargo, ya hemos visto a lo largo de las últimas décadas cómo la MLB (liga de béisbol), NHL (Hockey) y NBA sufrieron grandes retrocesos de popularidad y audiencia en las diferentes huelgas que han protagonizado. La NFL parece inalcanzable en su poder mediático, pero una dura negociación en 2021, o incluso una temporada sin football, algo que estuvo muy cerca de ocurrir hace una década, pueden ser el aire que necesite una competición nueva para encontrar el trocito de mercado que le permita sobrevivir. A partir de ahí, todo puede pasar.