Yankees envían señales contradictorias a Gleyber Torres

Cuando Brian Cashman y los Yankees adquirieron al venezolano Gleyber Torres en el canje que envió a Aroldis Chapman a los Cubs hace un par de temporadas, sentían que habían ganado la lotería.

Casi dos años después, siguen sin cobrar el premio.

Torres, prospecto número seis de toda la liga según Baseball America, sigue sin despuntar y después de una primavera en la que apenas batea para .130 sin jonrones ni carreras producidas, empezará la temporada en sucursales en un año en el que el equipo esperaba que se convirtiera en la solución en la segunda base tras la salida de Starlin Castro.

Torres sigue siendo una de las principales piezas en el proyecto a largo plazo de los Yankees, se mantiene como su principal prospecto a futuro y un codiciado elemento, como lo demuestra el hecho de que, de acuerdo con múltiples reportes, Cashman se negó a desprenderse de él cuando se le presentó la oportunidad de adquirir en cambio a Gerrit Cole.

Cole, en cambio, fue a parar a la rotación de los actuales campeones _ y verdugos de los Yankees _ los Houston Astros, por lo que la fe en Torres tiene el potencial de resultarle doblemente cara a Nueva York.

A pesar de que Cashman y el equipo siguen viendo a Torres, de apenas 21 años, como el futuro alrededor de la intermedia, también está claro que Nueva York no está dispuesto a esperar a que desarrolle todo su talento para buscar el campeonato.

Como resultado, los Yankees trajeron en la pretemporada, primero, a Brandon Drury, quien se suponía era una red de seguridad en la antesala en caso de que el prospecto dominicano Miguel Andújar no pudiera con el paquete. Cuatro cuadrangulares después, Andújar ha despejado las dudas, a pesar de que su defensiva es un trabajo en proceso, centrándolas nuevamente sobre Torres.

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Además, apenas el lunes los Yankees trajeron un nuevo obstáculo entre Torres y el Bronx, el veterano segunda base Neil Walker, quien no solo les proporciona profundidad en la posición y un mucho mejor guante (de momento), sino que también les da flexibilidad en la alineación gracias a su capacidad para batear de ambos lados del pentágono.

La suerte de ninguna manera está echada para Torres, quien apenas tiene 21 años y cuenta con un bate que podría ser pieza central de los Yankees durante muchas temporadas por venir; sin embargo, el progreso no ha sido el que Nueva York esperaba de él. Torres inició los campos primaverales como la opción más clara para llegar a la titularidad en la intermedia, y en cuestión de poco menos de un mes cayó a la tercera opción y un irremediable camino a sucursales para el inicio de la temporada.

Los Yankees adquirieron las armas para contender este año por la Serie Mundial sin Torres, pero la idea es que algún día no muy lejano el segundo cojín sea propiedad del venezolano.