Bengals encontró en Burrow y Chase las piezas que necesitaba
En apenas su segundo año en la NFL, el quarterback Joe Burrow ha impregnado su aroma de ganador en una franquicia acostumbrada únicamente a perder.
Los Cincinnati Bengals son el más claro ejemplo de la importancia de tener un quarterback franquicia en la NFL.
La temporada 2021 es la primera desde 2015 en la que los Bengals terminaron con récord ganador. Hace apenas dos años, Cincinnati tuvo el peor récord de la NFL y por ello pudieron elegir a Burrow con la primera selección global en el Draft 2020.
Esa campaña de novato se vio reducida a 10 juegos debido a una lesión de ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda, pero en 2021 Burrow fue líder de la liga en porcentaje de efectividad (70.4%), pasó para 4,611 yardas, con 34 touchdowns y 14 intercepciones.
En Playoffs, el temple de Burrow -que le ha valido comparaciones con Joe Montana y Tom Brady- estuvo a prueba, pero el producto de LSU respondió como usualmente responde en los momentos de mayor presión. En los triunfos sobre Tennessee y Kansas City, comandó la serie ofensiva que terminó con el gol de campo de la victoria.
Incluido su paso por el football colegial, Burrow está 5-0 en postemporada y si mantiene ese paso invicto, el domingo le dará a los Bengals el primer título de Super Bowl en la historia de la franquicia.
La línea ofensiva es, por mucho, el punto débil de la ofensiva de Cincinnati.
Incluida la postemporada, Burrow ha sido capturado 62 veces, lo más alto en la NFL, y ante un font-7 que incluye a Aaron Donald y Von Miller, el joven Burrow podría estar bajo intensa presión en el Super Bowl LVI.
Running backs y wide receivers
En el backfield, Burrow cuenta con la ayuda de Joe Mixon, quien también se lesionó (pie) en en 2020 y regresó con la que quizá es su mejor temporada como profesional. Mixon registró marcas personales en yardas por tierra (1,205, tercero en la NFL), touchdowns (13) e intentos (292). Además, atrapó 42 pases para 314 yardas y tres touchdowns durante la temporada regular.
En el Draft 2021, los Bengals reclutaron en la primera ronda a un viejo conocido de Burrow, el wide receiver Ja’Marr Chase. Ambos ganaron juntos el campeonato del college con LSU hace un par de años.
Chase y Burrow de inmediato retomaron esa química y el wide receiver con el número 1 en el jersey fue líder en Cincinnati con 81 recepciones, 1,455 yardas y 13 touchdowns, todos nuevos récords de la franquicia para un novato.
A sus 27 años, Tyler Boyd es el veterano entre los wide receivers; en la temporada regular atrapó 67 balones para 828 yardas y cinco touchdowns.
Tee Higgins, selección de segunda ronda en 2020, terminó su segunda campaña en la NFL con 74 recepciones, 1,091 yardas y seis anotaciones, a pesar de perderse tres juegos, dos de ellos debido a una lesión en el hombro.
C.J. Uzomah es el tight end titular, pero en el Campeonato de la AFC en Kansas City sufrió una lesión en la rodilla y su participación en el Super Bowl LVI está en duda.
Durante la campaña regular, Uzomah tuvo 49 recepciones, 493 yardas y cinco touchdowns.
Si Uzomah no puede jugar el domingo, entonces su lugar será ocupado por Drew Sample.
Sample, una selección de segunda ronda de 2019, podría ser de mucha utilidad para la ofensiva de los Bengals el domingo, pues sus coaches lo consideran uno de los mejores tight ends bloqueadores de la NFL.
Quizá el coach Zach Taylor y el coordinador ofensivo de los Bengals, Brian Callahan, quieran usar a Sample no solo para ayudar al juego terrestre, sino para proteger a Burrow en el Super Bowl.