Leyendas urbanas de Halloween: La maldición de Dudleytown, la ciudad abandonada en Connecticut
Los residentes de Connecticut saben que no deben planear una visita a la infame Dudleytown. Conoce la historia detrás de esta ciudad abandonada.
Estados Unidos está lleno de leyendas urbanas, tales como el misterio de Spook Hill, la historia de ‘Polybius’, el videojuego de arcade "maldito", o la infame casa "Watcher" en New Jersey, pero ninguna de ellas se asemeja a lo que sucede en Dudleytown, una ciudad fantasma en Cornwall, Connecticut.
La maldición de Dudleytown, ciudad abandonada en Connecticut
Los residentes de Connecticut saben que no deben planear una visita a la infame Dudleytown, no porque sea propiedad privada, o porque las autoridades locales patrullan el área - misma que se encuentra repleta de carteles con leyendas como “Prohibido el paso” - sino por el miedo colectivo de una maldición local.
Según cuenta la leyenda, Dudleytown fue abandonada a principios del siglo XIX ya que la tierra no era muy buena para la agricultura. Desde entonces, se ha sido mantenido por filántropos como un “fideicomiso de tierra privado”.
Aunque historiadores afirman que la causa principal de la desaparición de la ciudad fue la dificultad para cultivar la tierra, lo cierto es que Dudleytown se distinguió por una variedad de desapariciones, muertes inusuales, suicidios y casos de locura. Expertos afirman que los casos de locura ocurridos en la población pudieron estar relacionados con el alto contenido de plomo de las aguas del lugar.
Dudleytown en la actualidad
A los valientes que se aventuran a infiltrarse en las ruinas de Dudleytown se les advierte no llevarse nada a casa, a menos que quieran llevarse una maldición sobre ellos y sus familias.
Aquellos que han visitado la ciudad fantasma alardean de fotografías paranormales, sentimientos terroríficos, misteriosas sombras y luces, voces incorpóreas e incluso afirman haber sido tocados por manos invisibles.
Según investigadores paranormales, la zona es un "punto de alimentación negativo", es decir, “un lugar donde las entidades entran en este mundo desde otro lado”.