Jordan Siebatcheu, el héroe inesperado de Estados Unidos
USMNT venció 1-0 a ‘La H’ con gol de Jordan Siebatcheu cerca del final del encuentro. Los de Berhalter batallaron para perforar la defensiva catracha.
Estados Unidos. Esa selección que hace de la supervivencia un modus vivendi. En un ejercicio de resistencia, paciencia y una dosis de sufrimientos, el comando de Gregg Berhalter derrotó 1-0 a Honduras en la primera semifinal de la Concacaf Nations League y avanzó a la final del torneo, donde enfrentará a México o Costa Rica en el Empower Field de Denver, misma sede de la dramática victoria ante ‘La H’. Jordan Siebatcheu, autor del agónico gol del triunfo, llevaba solo ocho minutos sobre la cancha.
Fabián Coito había prometido una defensa de acero, escuadrones de asalto y escudos anti-aéreos inspirados en el Domo de Hierro israelí. Lo cierto es que, en los primeros minutos, su batería tuvo disciplina de parvulario y no de una potencia militar. Afortunadamente para su causa, Reyna y McKennie tenían la mira desajustada. En el costado opuesto, ‘Choco’ Lozano compensaba la negligencia de sus guardaespaldas. Entonces se instaló el caos: Steffen salió de excursión, Elis aprovechó el vacío, Sargent salvó sobre la línea en un acto a contra-natura, y McKennie arrolló a Rubio. Una secuencia tan chusca como dramática que terminó en culebrón: ni gol, ni sanción. El VAR, como bonito artilugio tecnológico.
Estados Unidos replicó: envío de Robinson y testarazo de Sargent. ‘Buba’ López, lance animal, desplegó, ahora sí, su particular domo de hierro. Acto seguido, Reyna se sacudió a Pereira y citó, con tiempo y espacio, a Pulisic con López; el meta ‘catracho’ soportó la metralla con sus manoplas de acero. Antes de abrochar la primera mitad, Elis lanzó una flecha desde los resguardos de McKenzie, pero Lozano no pudo atraparla. Al final, Coito cumplió con su advertencia: Flores y López igualaron las prestaciones de McKennie y Lletget en la batalla por el centro del campo.
De vuelta al campo, a ‘Choco’ Lozano se le volvieron las piernas de agua ante Steffen. La carambola pegó dos veces en el atacante de Cádiz, para escarnio de Lozano y gozo de la afición estadounidense, minoría en casa. El partido comenzó a sumergirse en el tedio mientras la avanzada de Rivas y Flores llenó el sector central de minas terrestres. Estados Unidos se enmarañó y Elis encontró un ‘freeway’ a espaldas de Dest. Los minutos cayeron como los futbolistas hondureños sobre el césped, como soldados de plomo después de una maratónica sesión de juego. La estrella de Reyna se apagó y Estados Unidos se encaramó sobre la meta de López sin demasiadas intenciones; fútbol de mera fuerza gravitacional.
El gol de USA, sobre la hora
Pero el ‘Team USA’ tiene mística, resiliencia, o suerte, como se quiera ver. Colgó la pelota Brooks por detrás de la media luna, McKennie la metió al área, Aaronson pasó de largo, pero Siebatcheu, el más pillo de la clase, se zambulló para colocarla con un testarazo seco en la escuadra derecha de López. El túnel maradoniano de Elis quedó en una maravillosa anécdota. Honduras murió con la sangre en las comisuras. Estados Unidos sobrevivió, como acostumbra.