Portland Timbers avanzan con autoridad en la Concachampions
El conjunto de Giovanni Savarese salió en enorme plan de juego para golear y no pasar ningún accidente en su clasificación a los cuartos de final.
Portland tuvo que jugar en casa para creerse su superioridad y, también, no dejar de pisar el acelerador a pesar de sus ventajas frente a Marathón. En la apertura que realizaron de los octavos de final en Honduras, los Timbers se fueron arriba en el primer tiempo y les terminaron por empatar. Ahora, Savarese no iba a permitir algo similar y mando a sus pupilos a dejarlo todo hasta que sonara el silbatazo final.
Al comienzo del encuentro en Providence Park, Marathón lucía animado y, a pesar de que no creaba infinidad de jugadas en Bryan Castillo estaba encontrando la velocidad necesaria para poner en peligro la causa local. Sin embargo, Dario Zuparic terminó eso temprano en el encuentro con una falta que le mereció la primera tarjeta amarilla, pero que fue fructífera en intimidar al delantero centroamericano que desapareció por el resto del encuentro. Como si fuera magia, toda su velocidad la transifrió al rival, que en Dairon Asprilla encontró la llave para abrir la caja fuerte de Denovan Torres, el menos culpable de la tarde otra vez en el costado verdolaga.
Después de no tener tampoco nada de juego, las bandas fueron la mejor solución para la ofensiva estadounidense y de ellas partió Asprilla, no importa de que lado fuera. Por lo tanto, ganando en esas velocidades y también la del balón estando ahora en césped artificial, el primer gol llegó con fantasía desde sus piernas para quemar la pista y dejar el balón en Diego Valeri que asistió a Yimmi Chara para su primera de tres anotaciones de la tarde.
Marathón quiso volver dejando al descubierto las espaldas de los defensas de Oregon, pero sólo una oportunidad salió de ahí, por lo que, al no aprovecharla, la ansiedad y desesperación de los hondureños apareció con varias faltas que contagiaron al club anfitrión. Eso causó cierta desconcentración y fue el momento de los maratonistas para irse hacia adelante. Desafortunadamente, su pólvora se mantuvo apaga y entonces fue que otra combinación que incluía a Aspirilla y Chara finalizó en las redes de los visitantes. Por su parte, Kevin Arriaga, el gran peligro que siempre señaló Savarese, se llevó la última oportunidad del primer tiempo tras un error de espanto por el portero Steve Clark, mas no pudo celebrar debido a otro salvamento de Zuparic.
Ello daba a entender que para Héctor Vargas sería clave mantener a Arriaga en cancha, pero, en el momento que Portland empezó a carburar en la siguiente mitad, éste lo retiro y lo poco que le quedaba a Marathón se desvaneció.
Por no hacer un cuento tan largo como fue para el arquero Torres, primer centró José Carlos Van Rankin para Valeri y cayó el tercero. La serie estaba liquidada ya, pero, si los Timbers tenían a su afición leñadora ahí, les iban a dar el espectáculo propio que se merecían. Los investidos de blanco en este encuentro siguieron con la quinta velocidad y, tras no poder asegurar la detención, Chara siguió la entrega de Torres y remató para sellar su triplete y salir entre aplausos del rectángulo. Y si eso fuera poco, la juventud e ímpetu de Marvin Loría por no dejar errores como recuerdo, se transformó en un gol que fue el más complicado de todos sus intentos: con el ángulo cerrado, la marca encima, la salida de Torres y un toque de suerte que le permitió empujar la redonda entre las piernas del guardameta.
De esta manera, a Héctor Vargas lo obligaron a salir sin siquiera voltear a ver a sus jugadores, ya que el 5-0 no fue el resultado final, sino que todo quedó en el global de 7 a 2 que terminó por darle el pase a Portland a sus primer cuartos de final en su breve historia dentro de la Concachampions. Ahora, les queda esperar por Olimpia o América que definen la llave el día de mañana.
Los récords de ensueño para Yimmi Chara
Siempre será especial un hat-trick en partido oficial, pero lo de Chara tiene un sentimiento mayor al dejar dos marcas para él. La primera de ellas fue el acumular su primer triplete en toda su carrera y la segunda vino premiada para estar bañada en oro dentro del club de Portland, ya que el colombiano se convirtió en el segundo jugador de la MLS que anota tantos goles en un partido de Concachampions.