El Super Bowl LV va a ser peculiar por múltiples motivos. Primero, se va a disputar en medio de la pandemia por coronavirus; además, los Buccaneers serán el primer equipo de la historia en disputar el Trofeo Vince Lombardi en su estadio y, finalmente, habrá un duelo generacional en las ofensivas. Tom Brady tiene 43 años y 21 temporadas de experiencia profesional; Patrick Mahomes cumplió 25 en septiembre pasado y solo ha jugado cuatro campañas como profesional; todas, en los controles de los Chiefs. Ambos simbolizan y representan a dos generaciones en colisión. Pasado vs. futuro. 

Esos 18 años que separan a ambos quarterbacks también implican otra cosa: el Super Bowl LV inevitablemente representa un cambio generacional al que Tom Brady se rehúsa. Mientras prácticamente todos los pasadores contemporáneos de 'TB12' están en el retiro ─a excepción de Drew Brees, de quien se anticipa su salida de la liga este año, y Ben Roethlisberger, reclutado en 2004─, Mahomes es la cara de una fresca camada de mariscales de campo que comienzan a copar y dominar la liga. En los presentes playoffs, cuatro de los siete clasificados de la AFC jugaron con quarterbacks menores de 25 años de edad.

El partido podría marcar un antes y un después en la NFL. Un duelo de épocas, de posible relevo y hegemonía. Brady ganaría su séptimo anillo de campeón, más que ningún otro jugador en la historia (con los seis que ya tiene aún lidera el listado). En cambio, Mahomes sería el primero en repetir conquistas desde, precisamente, Brady (Super Bowls XXXVIII y XXXIX). ¿El relevo por fin se consumará después de la era de dominio de Brady? ¿La generación que marcó la primera parte del nuevo siglo se despedirá finalmente con una derrota del mítico QB californiano? ¿Mahomes recogerá la estafeta?

Con todo el éxito reciente, cinco títulos divisionales consecutivos, resulta fácil olvidar que la historia de los Chiefs está plagada de claroscuros. Después de ganar su primer Super Bowl en 1969, el equipo clasificó a playoffs en apenas tres ocasiones en las siguientes 21 campañas y no logró su primer triunfo en post-temporada hasta 1991.

La historia de los Chiefs también ha estado definida por los grandes estrategas que han transitado sus laterales: Hank Stram, Marv Levy, Marty Schottenheimer, Dick Vermeil y Andy Reid, todos ellos entre los primeros 35 en la lista de la mayor cantidad de triunfos de la historia.

Resulta imposible hablar de los Chiefs sin mencionar a inmortales de la talla de los quarterbacks Len Dawson y, aunque sea brevemente, Joe Montana; el tight end Tony Gonzalez y los linebackers Derrick Thomas y Willie Lanier.

Dueños

Hijo de un magnate petrolero, Lamar Hunt intentó infructuosamente adquirir un equipo de expansión de la NFL. Al no conseguirlo, se unió con otro grupo de empresarios que habían sido rechazados por la liga y fundó la AFL (posteriormente AFC) dándole forma a la liga que actualmente conocemos.

El aporte de Hunt, a quien se le atribuye el término Super Bowl, fue de tal magnitud para la liga que el trofeo que recibe el campeón de la Conferencia Americana, sus Chiefs en las últimas dos temporadas, llevan su nombre. Sin embargo, el patriarca de la familia Hunt falleció en diciembre de 2006 sin poder atestiguar el renovado éxito que le han traído Andy Reid y Patrick Mahomes a la franquicia.

Tras su muerte, los Chiefs quedaron bajo control de su hijo Clark, quien fue elegido por el resto de la familia, la viuda de Hunt y sus hermanos Lamar, Sharron y Daniel. Hunt fue un activo promotor del deporte y fue uno de los inversionistas fundadores de los Chicago Bulls de la NBA, y de la MLS, donde llegó a poseer hasta tres equipos.

Actualmente, los Chiefs ocupan el lugar 45 de la lista anual de Forbes entre las franquicias deportivas más caras del mundo, con un valor estimado de 2,300 millones de dólares.

Análisis

Cuando se habla de los campeones Chiefs, la mente automáticamente viaja a lo que haga o deje de hacer Patrick Mahomes. Y se vale. Después de todo, se trata de, posiblemente, el mejor jugador en la posición en toda la liga.

Pero si Kansas City ha de refrendar su título el próximo 7 de febrero en Tampa Bay, Mahomes necesitará de toda la ayuda posible y los Chiefs tienen los elementos necesarios para brindársela. La explosión de Tyreek Hill, la velocidad de Mecole Hardman y la seguridad de Travis Kelce siempre facilitarán el trabajo de su quarterback. Ese es un lujo que pocos equipos tienen y una de las claves de los Chiefs en camino al bicampeonato.

Con tanto talento del costado ofensivo es fácil que la defensiva de Kansas City sea menospreciada. Sin embargo, Tom Brady sabe de primera mano lo que los Chiefs son capaces de hacer.

Tyrann Mathieu fue tercero en la NFL con seis intercepciones, incluyendo una sobre Brady en su duelo de la semana 12; en total, los Chiefs fueron quintos en ese departamento en la liga durante la campaña regular. El perímetro de Kansas City brindó un espectáculo ante un equipo vertical como los Bills y no sería sorpresa que dieran una actuación similar el domingo ante Tampa Bay.

La franquicia fue comparada por Malcolm Glazer en 1995 (por 192 millones de dólares) y, durante sus casi dos décadas de mandato, le cambió la cara a una de las peores franquicias de la NFL. En enero de 2003, Glazer sostenía el Trofeo Vince Lombardi, que acreditaba a los Bucs como campeones del Super Bowl XXXVII, tras derrotar a los Oakland Raiders 48-21.

Dueños

Malcolm Glazer falleció el 28 de mayo de 2014 a los 85 años y hoy sus hijos son co-dueños de la franquicia. Bryan, Joel, Edward y Darcie Glazer han guiado al equipo a su segunda aparición en un Super Bowl y serán el primero que lo jugará en su propio estadio.

Los Glazer también forman parte de la junta directiva del Manchester United, que ha capturado cinco títulos de la Premier League (2007, 2008, 2009, 2011 y 2013) y el título de la Champions League en 2008 durante su mandato.

Los Buccaneers ocupan el lugar 49 en la lista anual de Forbes de las franquicias deportivas más caras del mundo, con un valor estimado en 2 mil 200 millones de dólares. El Manchester United, por cierto, es décimo en ese listado, valuado en 3 mil 800 millones de dólares.

Análisis

Tom Brady eligió a los Buccaneers por el arsenal que este equipo tenía en la posición de wide receiver, con Mike Evans y Chris Godwin. Si a ellos agregamos a los tight ends Rob Gronkowski (salió del retiro para reunirse con Brady) y Cameron Brate, este es -sin discusión- el mejor cuerpo de receptores que “TB12” ha tenido en 21 años en la NFL.

A mitad de campaña llegó el corredor Leonard Fournette, un jugador con talento, pero indisciplinado, mismo caso que Antonio Brown, y ambos han sido fuerzas silenciosas, particularmente en la recta final del calendario regular y los playoffs.

Con este arsenal a su disposición, Brady únicamente ha cumplido con la expectativa de llevar a los Bucs al Super Bowl. Pero el verdadero objetivo no se cumplirá hasta vencer a Kansas City el 7 de febrero en Tampa.

De la mano de Patrick Mahomes, los Chiefs se han convertido en una de las ofensivas más verticales y contundentes de la NFL en las últimas temporadas. Durante el calendario regular, fueron la unidad que más yardas produjo y la sexta más prolífica en puntos con 29.6 puntos por encuentro.

Mahomes terminó segundo de la NFL en yardas aéreas con 4,740 y fue cuarto con 38 envíos de anotación. Además, cuenta con la que es para muchos la dupla más peligrosa de la NFL en la mancuerna que conforman el tight end Travis Kelce y el explosivo receptor Tyreek Hill. Kelce fue segundo en la NFL con 1,416 yardas y quinto con sus 105 recepciones, mientras que Hill terminó en octavo lugar en la liga con 1,276 yardas y segundo con 15 touchdowns.

Por tierra su actuación fue más discreta al ubicarse en conjunto en el lugar 16 en yardas por carrera, aunque el novato Clyde Edwards-Helaire ha demostrado ser versátil y con capacidad para producir escapadas largas en cualquier momento.

El ataque de Bruce Arians es vertical. Punto. El coach de los Buccaneers es un convencido de que los juegos en la NFL se ganan con el juego aéreo y, sin importar el down o la distancia, atacará la zona profunda del campo con pases de más de 25 yardas.

No es casualidad que Brady haya terminado su primera campaña en Tampa Bay con 4,633 yardas y 40 pases de touchdown (un nuevo récord de la franquicia).

A sus 43 años, Brady intentó 401 pases en la campaña 2020, segundo en la NFL solo detrás de Matt Ryan (407).

Cuando se cuenta con un ataque tan explosivo como el de los Chiefs, es fácil dejar en el segundo plano a una defensiva que fue la décima que menos puntos permitió durante el calendario regular y que ha brillado en particular durante la post-temporada, en la que recibe apenas menos de 21 puntos por juego hasta el momento.

Encabezados por el safety Tyrann Mathieu, los Chiefs fueron el quinto equipo con más intercepciones de su defensiva y han generado al menos un robo de balón en 16 de 18 encuentros este año, incluyendo la post-temporada.

La defensiva ha permitido 24 puntos o menos en 12 de 18 encuentros en 2020, incluyendo playoffs. Sin embargo, fueron últimos en la NFL en eficiencia en la zona roja y generar presión al pasador rival sigue siendo un problema, pues apenas lograron 32 capturas durante el calendario regular.

La unidad defensiva de los Bucs no solo tiene el talento, sino la agresividad que la convierten en una de las mejores de la NFL. El front-7 es una pesadilla para cualquier quarterback, con gente como Jason Pierre-Paul (9.5 sacks en la campaña regular), Devin White (9), Shaquil Barrett (8) y Ndamukong Suh (6), por mencionar algunos, y Todd Bowles, el coordinador defensivo, ataca a los pasadores con blitzes todo el partido.

Los Bucs terminaron con la mejor defensa contra la carrera gracias al estupendo trabajo de los inside linebackers Devin White (140 tacleadas) y Lavonte David (117).

Y en el perímetro, la llegada del novato Antoine Winfield y el ascenso de Carlton Davis (4 intercepciones, 18 pases defendidos) redondean una defensa que es la verdadera clave para que este equipo pueda poner el segundo Vince Lombardi en sus vitrinas.

A lo largo de 22 temporadas en la NFL, la carrera de Andy Reid ha sido un éxito constante. Notablemente constante. Con 221 victorias, se ubica en el sexto lugar de todos los tiempos y segundo entre los entrenadores en activo, únicamente atrás de los 280 triunfos de Bill Belichick.

En más de dos décadas como entrenador en jefe, Reid se ha caracterizado por su constancia al llevar a sus equipos a la post-temporada en 16 ocasiones y sus 17 victorias en rondas de eliminación son la cuarta mayor cantidad de la historia. Ha alcanzado la final de su respectiva conferencia en ocho ocasiones, incluyendo los últimos tres años con los Chiefs.

A pesar de todo el éxito que ha gozado en la NFL, no fue sino hasta el año pasado que Reid conquistó su primer Super Bowl como entrenador en jefe. También se destaca como un excelente mentor y en la post-temporada 2020, la mitad de los coaches que estuvieron en playoffs estuvieron en algún momento de su carrera bajo sus órdenes.

En apenas su segunda campaña en Tampa Bay, Bruce Arians tiene a los Bucs a un triunfo de darle a la franquicia su segundo título de Super Bowl.

Arians, el decimosegundo coach en la historia de los Buccaneers, ha sido nombrado dos veces Coach del Año por la Associated Press: en 2012 (Colts) y 2014 (Cardinals). Es el único en la historia que lo ha conseguido con dos equipos en un lapso de tres años.

Con Jameis Winston como su quarterback, los Buccaneers de Arians cerraron la campaña 2019 con récord de 5-3, pero sin boleto a Playoffs. La ofensiva de Tampa Bay, sin embargo, impuso récord de puntos (458) y touchdowns (54), con el mejor ataque aéreo de la NFL (promedio de 302.8 yardas por juego).

Antes de llegar a Tampa Bay, Arians pasó cinco campañas como head coach de los Arizona Cardinals (2013-17) y fue coach interino durante 12 juegos con los Indianapolis Colts en 2012. Como coordinador pasó ocho temporadas con los Pittsburgh Steelers (2004-11), con los que ganó los Super Bowls XL y XLIII. También trabajó para los Browns (2001-03), Saints (1996) y Chiefs (1989-92).

Inaugurado en 1998 para suplir al antiguo Tampa Stadium, el Raymond James Stadium fue construido por la firma arquitectónica Populous, que también erigió y diseñó el TIAA Bank Field, la casa de Jacksonville Jaguars. El principal atractivo del estadio de los Buccaneers es la réplica de un barco pirata de 43 toneladas detrás de la zona norte de anotación. El recinto lleva el nombre de una banquera multinacional, Raymond James Financial, que compró los derechos al abrir sus puertas el estadio. Con extensión de contrato en 2006 y 2016, dicha empresa tiene los derechos del nombre hasta 2028.

El Super Bowl LV será el tercero que reciba el Raymond James Stadium. Debieron pasar 12 años para que el partido final de la temporada regresara al hogar de los Bucs; en aquella ocasión, los Steelers despacharon 27-23 a los Cardinals en la edición XLIII del 'super domingo'.

Abel Makkonen Tesfaye, mejor conocido como The Weeknd, fue seleccionado para el Halftime Show. El cantante canadiense de 30 años ha estado activo de 2010 y en una década de carrera ya tiene tres premios Grammy, ocho Billboard Music Awards, cinco American Music Awards, y fue nominado a un premio de la Academia por el tema "Earned It". Con cuatro discos publicados, algunos de sus grandes éxitos son: "Can't Feel My Face", "Starboy", "Call Out My Name" y Blinding Lights".

Desde que el Super Bowl comenzó a disputarse, al término de la campaña de 1966, se usó el descanso del encuentro como entretenimiento para los aficionados; no obstante, durante las primeras 25 ediciones los protagonistas fueron bandas universitarias y grupos militares. Para 1991 comenzó la participación de artistas de música popular en el espectáculo y la presencia de Michael Jackson en el Super Bowl XXVII, un par de años después, terminó por impulsarlo para convertirlo en el monstruo mediático que es hoy.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, autorizó en octubre el regreso de la actividad deportiva a máxima capacidad; sin embargo, la NFL ha optado por coordinar esta decisión con los expertos médicos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Dentro del marco de la contingencia sanitaria, por primera ocasión en la historia el partido tendrá un aforo reducido: 22,000 personas, de las cuales 7,500 serán personal médico ya vacunado que ha estado en la primera línea de combate contra el coronavirus durante la pandemia. A ellos se les darán boletos de cortesía.

De acuerdo con el reporte del comité para el Super Bowl LIV en Miami, en 2019, el evento dejó una derrama económica de 572 millones de dólares. Con un gasto promedio por persona de 593 dólares diarios, se contabilizaron 34 mdd únicamente en recaudación de impuestos estatales y locales.

La edición LV del Super Bowl sentará un nuevo precedente en sus operaciones financieras. En un acuerdo entre la liga y Visa se ha concluido que no habrá flujo de efectivo en el partido. Para ello, los aficionados podrán cambiar su efectivo por tarjetas de regalo con un monto de 500 dólares en adelante. El reporte de Visa Touchless Payments: A Key to the Return of Live Events informa que los aficionados gastan un 25% más en esos métodos de pago.

Tampa será sede del Super Bowl por quinta vez, con lo cual empatará con Pasadena (Rose Bowl) en la tercera posición. Tampa fue anfitrión por primera ocasión en la campaña de 1983, en la edición XVIII que ganó Los Angeles Raiders 38-9 a Washington Redskins con 191 yardas y dos anotaciones terrestres de Marcus Allen. (Vídeo-resumen del Super Bowl XLII, crédito: NFL en YouTube)

Para el XXV, los Giants se llevaron el segundo campeonato de la franquicia al vencer 20-19 a Buffalo Bills en el primer intento de cuatro de Jim Kelly. Diez años más tarde, Baltimore Ravens se coronó 34-7 ante New York Giants en el Super Bowl XXXV, cuyo MVP terminó por segunda ocasión en manos de un defensivo (Ray Lewis). El 1 de febrero de 2009, en el Super Bowl XLIII, James Harrison hizo un pick-6 a Kurt Warner de 100 yardas y Pittsburgh Steelers venció 27-23 a Arizona Cardinals con una anotación de último minuto de Santonio Holmes.

Para Las Vegas y el mundo de las apuestas el Super Bowl es el equivalente a la noche de Navidad. El juego por el campeonato de la NFL es un evento que mueve millones de dólares con apuestas que pueden ir desde lo más básico, como el ganador (Kansas City abre favorito por 3 puntos) y puntos totales (56.5) hasta lo más absurdo.

Entre las apuestas más raras que giran en torno al Super Bowl LV está la de ganador del premio MVP, en el que Patrick Mahomes es el favorito (-120) mientras que Tom Brady es segundo con +210. También se puede apostar el color de la bebida que se le arrojará al coach ganador (naranja, +130), el número de menciones del presidente Joe Biden (1 o menos -290) o del expresidente Donald Trump (menos de 0.5 -2500).

Pero no solo el juego acapara la atención, sino que se puede apostar también al número de canciones del Halftime Show (más de 8 -175), cuál será la primera canción de The Weeknd (Starboy +350), o si algún jugador propondrá matrimonio en el campo al concluir el encuentro (no -700).