La alegría ha vuelto

Hacía muchos meses que Messi no se lo pasaba también en un terreno de juego y gran culpa de eso lo tiene ese nuevo Van Basten canario que corre y se desmarca a sus diecisiete años como el espigado holandés en la final de la Copa de Europa del 88 contra la borrada, pero no olvidada, Unión Soviética.

El pase de tacón rodeado de blancos y morados de Pedri a Messi fue espectacular.

Messi luchó, jugó y presionó como si fuera la final de Roma de 2009. Ha llovido y tronado para él y para todos.

Mientras el año acaba y se toman unas merecidas vacaciones, porque pase lo que pase siempre son merecidas, es necesario un periodo de reflexión y pasar de lo pasivo a lo activo.

Es obligatorio que los futbolistas pongan en valor la situación que disfrutan. Es cierto que es su trabajo y que la mayor parte de ellos sudan y lo hacen lo mejor que pueden, pero recordar su posición afortunada actual hoy en día, no está de más.

Y precisamente es Messi el que debería explotar y demostrar su liderazgo medio escondido.

Leo, ¿realmente el City va a darte la mitad de lo que le puedes dar al Barça? Uno es un equipo inolvidable hecho por y para ciudadanos de una ciudad llamada Barcelona y el otro es un capricho de unos multimillonarios (de gente maravillosa también).

Laporta volverá a ser presidente, pocos lo dudan, porque la gente quiere volver a soñar y sentir que sí se puede tocar el cielo otra vez. Esperemos que sea con Messi, el mejor jugador de la historia del fútbol, y que lo haga sonriendo.