Cam y los Patriots son una desgracia
No hay talento ofensivo en New England y esa es responsabilidad del gerente general, así que este hoyo fue cavado por el mismo Belichick.
Busqué en la Real Academia de la Lengua el significado de la palabra “anormal”. Encontré esto: Que accidentalmente se halla fuera de su natural estado o de las condiciones que le son inherentes.
Ver a un equipo de Bill Belichick ejecutar de manera tan pobre en ambos lados del balón es anormal.
O quizá esta es la nueva normalidad de los New England Patriots.
En el directorio del equipo no aparece el puesto de gerente general, pero todos sabemos que de esas funciones el responsable es el coach Bill Belichick. Y, recientemente, Belichick ha sido un terrible gerente general.
Es cierto que la defensiva no podía ser la misma sin el linebacker Dont’a Hightower ni el safety Patrick Chung -dos de los ocho jugadores de los Patriots que optaron por no jugar la temporada 2020 debido al coronavirus-, pero los problemas de este equipo no son exclusivos de la defensa.
Lo único que pedía Tom Brady eran mejores wide receivers y tight ends. Con su peor cuerpo de receptores en 20 años en New England, “TB12” pasó para 4,057 yardas, con 24 touchdowns y 8 intercepciones en 2019.
Hoy hay que poner esos números en perspectiva.
Brady, a sus 43 años, ha lanzado 18 pases de anotación y 4 intercepciones en su primera campaña con los Tampa Bay Buccaneers.
Mientras tanto, los quarterbacks de los Patriots se combinan para tres pases de touchdown y 11 intercepciones.
La última vez que New England tenía la menor cantidad de pases de touchdown y era líder en intercepciones a esta altura de la temporada, fue en 1972.
EL PLAN CON CAM
De la noche a la mañana, los Patriots cambiaron el plan de juego con su quarterback titular.
“No saben a lo que vamos a jugar”, dijo Cam Newton antes del inicio de la temporada.
Probablemente tampoco en Foxborough sepan.
En las dos primeras semanas, Cam fue el mejor corredor del equipo, con 26 carreras -la mayoría por diseño- 122 yardas y cuatro touchdowns.
En la Semana 6, ante Denver, Newton corrió 10 veces y sumó 76 yardas y una anotación, pero este domingo contra San Francisco tuvo apenas cinco acarreos y 19 yardas terrestres.
Ver a Cam como un “quarterback tradicional”, es decir, operar desde la bolsa de protección, es penoso.
En las derrotas ante Broncos y 49ers se fue sin pase de touchdown y sufrió cinco intercepciones. Sus envíos ni siquiera iban cerca de los receptores, que, hay que decirlo, son mediocres. El único que se salva es Julian Edelman.
N’Keal Harry, selección de primera ronda (de Belichick) en 2019, suma cuatro recepciones en los cuatro juegos más recientes y tiene apenas un touchdown en la campaña.
Deebo Samuel, A.J. Brown, Mecole Hardman, D.K. Metcalf y Terry McLaurin son algunos de los wide receivers que fueron seleccionados después de Harry en 2019.
Y en la posición de tight end el problema es más crítico. Ryan Izzo es el titular y detrás de él están los novatos Devin Asiasi y Dalton Keene. Entre los tres se combinan para 8 recepciones y 98 yardas.
Cam (dos touchdowns, siete intercepciones en 2020) fue sustituido a 13 minutos del final del partido contra San Francisco y su lugar fue tomado por Jarrett Stidham, quien de inmediato fue interceptado y terminó con 6 de 10, 64 yardas y rating de 39.2, casi idéntico al 39.7 de Newton, su peor índice desde diciembre de 2017.
No hay talento ofensivo en New England y esa es responsabilidad del gerente general, así que este hoyo fue cavado por el mismo Belichick, primer y último responsable de la debacle de los Patriots.
Belichick es uno de los mejores coaches de la historia de la NFL, eso no está a discusión. Pero, quizá, es momento de que Robert Kraft considere contratar un verdadero gerente general, porque en esa materia Bill está reprobado.