Apocalipsis total para el Barcelona en Lisboa
La noche más triste, vergonzosa, indigna e inolvidable de la historia del Barça se produjo ayer.
Primero felicitar al Bayern por abrirnos los ojos, que aunque podría haber sido con algo más de tacto, lo hizo profesionalmente y con honor.
Sería bueno que no nos olvidemos ni de esta noche ni tampoco de ellos, ya que cuando la vida gire, que girará, les metamos, si es posible nueve.
El mundo y la lengua en muchos aspectos se queda corta en la realidad ya que el idioma no describe perfectamente sensaciones ni experiencias como la de hoy y el fútbol.
Deberían inventarse nuevas palabras que describan, por ejemplo, el deporte rey, ya que no es lo mismo jugar contra el Eibar, un abrazo a los vascos luchadores que contra el Bayern.
Seguimos pensando o comparando momentos y situaciones que son totalmente diferentes a pesar de que se chute la misma pelota o haya una lista de goleadores que aglutine el mismo deporte.
No vale con que, como vamos ganando a equipos que tienen diez veces menos presupuesto que nosotros vamos tirando. No es verdad y no es justo ya que el fútbol debería dividirse en varios momentos, por ejemplo, inolvidables y olvidadizos.
¿Y sobre el cambio de muchas cosas? Pues claro, llegará Victor Font con Xavi y a construir otra verdad ilusionante para todos.
Si no hay elecciones en cinco semanas, dejaré de creer en la dignidad de las personas por el poder.