¿Dónde está Patrick Mahomes?
Los expertos en mercadotecnia dicen que el riesgo de un producto que se convierte en moda, es que normalmente desaparece tan rápido como surgió. Para establecerse en el mercado hay que probar ser rentable, justificar su precio y, sobre todo, cubrir una necesidad.
Bajo ese concepto confío que el surgimiento de Patrick Mahomes no entre en la descripción de moda. Porque hoy vale la pena preguntar, ¿en dónde está?
En medio del dominio y protagonismo que han tomado los Baltimore Ravens, bajo el mando de Lamar Jackson, nos hemos olvidado de Mahomes. Sufrió aquella escandalosa dislocación de rodilla, se alejó tres semanas, volvió para viajar a la Ciudad de México y pasar casi inadvertido, hasta hoy que no tenemos claridad de sus alcances.
Por supuesto, es el quarterback titular de los Kansas City Chiefs, ha regresado al campo, pero no es, ni cerca, el mismo de antes. ¿Regreso muy pronto, no sanó al cien por ciento, perdió seguridad en la pierna? Las hipótesis sobran.
Semejante a Lamar, lo mejor de Patrick Mahomes se ve cuando comienza a improvisar, cuando sale de la bolsa de protección, y crea en campo abierto. Para ello necesita una rodilla sana, plenamente recuperada, y una mente confiada en que tiene las piernas para salir adelante.
El año pasado, en aquel penoso y triste episodio del estadio Azteca, nos quedó claro a todos que perdimos el mejor “lunes por la noche” de la historia, y el mejor juego que se haya visto al joven Mahomes, (478 yardas y 6 pases de TD). Este año, cuando el estadio Azteca se reivindicó, el joven quarterback, en su segundo partido tras la lesión, sólo pudo regalar al público mexicano 187 yardas y 1 touchdown.
Siendo optimistas podemos decir que se está enrachando. Ha ganado dos partidos consecutivos, el domingo pasado desapareció del mapa de playoffs a los Raiders. Eso les da tranquilidad y certeza de llegar a playoffs, en donde será muy importante la posición en que se califique.
En puerta están los Patriots y Tom Brady, más débiles que nunca, en posición perfecta para que Mahomes y sus Chiefs se apunten un triunfo que los catapulte hacia un gran cierre de temporada. Les restan también dos duelos divisionales en casa, siempre peligrosos, ante Broncos y Chargers, y visitar Chicago.
Lo que KC necesita mejorar es la defensa. A todos queda claro que para vencerlos sólo hay que correr la bola sobre su pobre defensiva, así dominarás la posesión de balón, y dejarás en la banca a Mahomes. Pese a la aplastante victoria sobre Raiders, la defensiva del coach Steve Spagnoulo aceptó 122 yardas por tierra, y un preocupante promedio de 6.1 por acarreo del novato Josh Jacobs.
No tenga usted duda que el duelo Tom Brady contra Patrick Mahomes, que se vendió como una batalla de proyectiles entre quarterbacks, termine por ser una lucha de juego terrestre entre los menos glamorosos, Sony Michel y Damien Williams.
Ganar es ganar, no importan las formas. A los Chiefs les cuenta igual si ganan con 487 yardas y 6 pases de touchdown de Mahomes, que con 187 y sólo 1 a la zona de anotación. Pero esta es la NFL, una liga comprometida con el espectáculo a su público, a esa liga le urge el Patrick Mahomes anterior a la lesión.