Dak Prescott tiene algo que Tom Brady no: receptores
Mientras el QB de Cowboys aprovecha al mejor cuerpo de receptores con el que ha trabajado, el veterano de Patriots no la pasa bien luego del retiro de Gronkowski.
¿Qué tiene Dak Prescott que Tom Brady no?
Brady ha jugado en nueve Super Bowls. Tiene seis anillos de campeón. Está casado con la supermodelo Gisele Bundchen y su fortuna como pareja está valuada en 580 millones de dólares.
¿Qué podría envidiarle “TB12” a Prescott?
Quizá a sus receptores.
Prescott es líder de la NFL con un promedio de 322.1 yardas por juego y va camino a convertirse en el primer quarterback de los Cowboys que termina una campaña como líder en yardas de la NFL.
El joven pasador de 26 años está en el último año de su contrato de novato y parece obstinado en demostrarles a Jerry Jones y su hijo Stephen, dueño y vicepresidente de los Cowboys, respectivamente, que sí vale los 40 millones de dólares anuales que, según reportes, pretende el Novato Ofensivo de 2016.
De la mano de Prescott, la de Dallas es la mejor ofensiva de la liga con 444.6 yardas, y cuarta con 28.6 puntos por partido.
Por supuesto, el reparto con el que trabaja Prescott, cuenta.
Amari Cooper es cuarto entre los receptores de la NFL con 886 yardas y tiene siete touchdowns. Desde que llegó a los Cowboys, a mediados de la campaña pasada, tiene 109 recepciones, 1,611 yardas (promedio de 14.8) y 13 anotaciones.
Hay un Prescott antes y otro después de Cooper.
Michael Gallup es segundo con 42 balones atrapados, 678 yardas y tres touchdowns; luego viene el veterano tight end Jason Witten (41-371-2), que regresó en 2019 a Dallas en busca del ansiado anillo de campeón, tras un año como analista en ESPN, y Randall Cobb (35-495-3).
Con el que es sin duda el mejor cuerpo de receptores que ha tenido, Prescott necesita dos pases de touchdown para igualar su marca personal de 23 (2016), y apenas estamos en la Semana 12.
Es el único quarterback de la historia de los Cowboys con juegos consecutivos de al menos 350 yardas, más recientemente ante Vikings y Lions.
Poco a poco, Prescott le ha cambiado la identidad a esta franquicia.
“Piensas en los Cowboys y piensas en ‘Zeke’ [Elliott], el ataque terrestre y la línea ofensiva”, dijo Cobb. “Pero creo que ya le hemos cambiado la cara”.
Ah, lo que daría Brady por tener esos amigos.
El veterano de 42 años no la está pasando bien este año en New England.
Tras el retiro de Rob Gronkowski (uno de los mejores tight ends de su generación y el objetivo favorito de Brady), los Patriots han tratado de llenar sus zapatos con Matt LaCosse, Benjamin Watson y Ryan Izzo, quienes se combinan para un touchdown esta campaña.
Además de Julian Edelman, el MVP del pasado Super Bowl, los receptores con los que cuenta Brady son Phillip Dorsett, Mohamed Sanu y los novatos N'Keal Harry, Jakobi Meyers y Gunner Olszewski.
Una de las razones por las que le llaman “The Greatest Of All Time” (GOAT) es su capacidad de haber ganado todos esos Super Bowls sin contar con súper estrellas en la posición de receptor, como Troy Brown, David Patten, Deion Branch, David Givens, Brandon LaFell, Julian Edelman, Danny Amendola y Chris Hogan.
El equipo había firmado a Antonio Brown, pero el gusto les duró exactamente un partido. Debido a los problemas legales del ex receptor de Pittsburgh y Oakland, los Patriots lo cortaron de inmediato.
Con un ataque terrestre que promedia 75.2 yardas en los cuatro juegos más recientes, los Patriots dependen de la ofensiva aérea, pero Brady ha sufrido recientemente para generar puntos, particularmente cuando New England entra dentro de la yarda 20 del contrario. En los últimos tres, están 5-13 en zona roja.
Y eso tiene frustrado al líder del equipo.
“Es sólo frustración con la ofensiva. Estoy feliz de haber ganado como visitantes, pero al mismo tiempo desearía haber anotado más puntos”, dijo Brady tras el triunfo de New England, 17-10 en Philadelphia.
En ese juego, “TB12” completó apenas 55.3% de sus envíos, lo segundo más bajo en la campaña, y se fue sin pase de touchdown por tercera ocasión en la temporada.
Hace 10 años que Brady no tenía tres juegos sin envío a las diagonales en la misma campaña.
En los tres partidos más recientes, los Patriots han sido ineficientes en tercer down, tras haber convertido sólo 15 de 45, incluido un 5-16 ante Eagles.
Por si fuera poco, Mohamed Sanu podría perderse un par de semanas con una lesión en el tobillo. Ni Sanu ni Dorsett (protocolo de conmoción) entrenaron el miércoles.
“La fuerza de nuestro equipo es nuestra defensa y nuestros equipos especiales”, reconoció Brady. “En la ofensiva, sólo tenemos que aprovechar cuando tenemos oportunidades y comprender dónde están nuestras fortalezas e intentar jugar con ellas, sin dar campos cortos, sin entregar la pelota e intentar aprovechar cuando llegamos a la zona roja para anotar touchdowns. Ahí es donde está nuestro equipo”.
La defensiva de los Patriots es la mejor de la NFL al aceptar 249.9 yardas y 10.8 puntos por juego. También son líderes de la liga con 19 intercepciones y efectividad en tercer down (19.3%).
Prescott está 2-0 contra defensivas No.1, así que Brady (4-0 vs. Dallas; nueve touchdowns, 1,164 yardas) y sus poco célebres receptores tendrán que ser más productivos el domingo.
Ah, lo que daría Tom por tener a los amigos de Dak.