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NBA

Lebron James vs Kawhi Leonard

Podríamos sospechar que fue armado en forma premeditada. Pero no fue así. La realidad es que a la NBA le ha salido uno de los mejores veranos de su historia.

Estados Unidos

Podríamos sospechar que fue armado en forma premeditada. Pero no fue así. La realidad es que a la NBA le ha salido uno de los mejores veranos de su historia, y como resultado se anticipa una de las temporadas más emocionantes en años.

La agitada agencia libre comenzó en julio. Es un proceso, como el de la NFL, un mercado de oferta y demanda en el que participa todo jugador cuyo contrato expiró. Bastaron unas horas para lograr un reacomodo estupendo, equilibrado, mediático, como si una mano poderosa hubiera distribuido equitativamente el talento, logrando la paridad que hace décadas no se veía.

El menú:

Los Lakers de Lebron James y Anthony Davis, contra sus vecinos LA Clippers, Kawhi Leonard y Paul George.

Los Milwaukee Bucks y el reinante MVP Giannis Antetokounmpo, contra Kevin Durant y Kyrie Irving de los Brooklyn Nets

Los nuevos Houston Rockets de James Harden y Russell Westrbook, contra “Splash Brothers”, Stephen Curry y Klay Thompson.

Qué tal los multi talentosos Joel Embid y Al Horford de Philadelphia Sixers, contra Jason Tatum y Kemba Walker, de los Boston Celtics.

La legión extranjera ha crecido tanto, que ya es más del 30% de jugadores foráneos en la NBA. Un día el coach Don Nelson, entonces de los Dallas Mavericks, dijo, “es arrogante pensar que los mejores jugadores de básquetbol estén sólo en los Estados Unidos, el mundo es mucho más grande que Estados Unidos, hay que salir a buscarlos”.

Su comentario surgió cuando le presentaba a la liga un alemán de 2.11 metros, que tiraba triples mejor que los de 1.80, y lo encontró en la segunda división del basquetbol germano. Su nombre, Dirk Nowitzki.

Fieles a su legado, la mejor y más interesante representación foránea permanece en Mavericks, con el “Novato del año 2018-19”, el esloveno criado en el Real Madrid, Luka Doncic, y el gigante de 2.19, el letonio Kirstaps Portzingis.

En México conocimos la NBA en la década de los ochentas. Era la liga del Magic Johnson y Larry Bird, el afro americano y el anglosajón, el negro contra el blanco, el de Michigan State contra el de Indiana State, los del Final Four en las NBA Finals.

Juntos modificaron este deporte, lo convirtieron en un gran espectáculo que pocos años después Michael Jordan elevó a la millonésima potencia.

México ha tenido una discreta pero digna participación de esta maravillosa historia. Tuvo en 1970 al primer extranjero reclutado en el NBA Draft, el gran Manuel Raga de Tamaulipas. Manuel despreció a los Atlanta Hawks para seguir triunfando con el Inis Varese de Italia. Dos décadas y media después, de El Rosario, Sinaloa, con 2.11 metros y 145 kgs, llegó Horacio Llamas a los Phoenix Suns. Pero fue hasta el año dos mil que se volvió a escuchar el nombre de un mexicano en el NBA Draft, Eduardo Nájera, de Chihuahua, quien permanecería doce años en la liga.

Hoy los mexicanos seremos exclusivamente espectadores ya que Juan Anderson Toscano fue cortado por los Golden State Warriors, y era el único compatriota que aspiraba a jugar.

Póngase cómodo. Se prevé una de las más emotivas y equilibradas temporadas NBA en muchos años.