Mohamed Sanu llega a Patriots en cambio con los Falcons

Mohamed Sanu se fue a dormir la noche del lunes como una pieza olvidada en un equipo con marca de 1-6 que ya empezó a pensar en el próximo año, y despertó con la noticia de que ahora será miembro fundamental de un equipo con registro de 7-0 y aspiraciones de campeonato.

Vaya que la situación puede cambiar de la noche a la mañana en la NFL.

El canje entre Patriots y Falcons es una de esas extrañas situaciones en la que los tres involucrados salieron ganando, algo que rara vez sucede en esta liga.

Por un lado, los Falcons pueden iniciar su nuevo proyecto de renovación al adquirir una selección _ muy posiblemente hacia el final _ de la segunda ronda en el próximo Draft a cambio de un wide receiver que se había convertido en la tercera opción del quarterback Matt Ryan, detrás de Julio Jones y Calvin Ridley.

Por el otro, los Patriots adquieren por dos temporadas garantizadas a un receptor que ha demostrado su productividad en ocho años en la NFL. Sanu se ha perdido apenas dos juegos en las últimas siete temporadas, promedia 47 recepciones para 537 yardas y cuatro touchdowns, y su altura de 1.90 le brinda a Tom Brady un excelente objetivo en zona roja.

Y Sanu, por su parte, ahora tiene la oportunidad de ser parte fundamental de un equipo con aspiraciones de título, después de perder cada vez más relevancia en unos Falcons que no van a ningún lado en la actual campaña.

Un elemento clave en New England

Para algunos, el precio de una segunda selección de Draft podrá parecer muy elevado por un jugador como Sanu, en especial al tomar en cuenta que jugadores de mayor calibre como A.J. Green o Emmanuel Sanders podrían llegar al mercado antes de la fecha límite de canjes en dos semanas más.

Sin embargo, New England tiene la imperante necesidad de profundidad en la posición ante la lesión de Josh Gordon, la ausencia del novato N’Keal Harry y el hecho de que Julian Edelman aqueja molestias en las costillas. Además, Sanu está bajo contrato a precio accesible por campaña y media más, y los Patriots tienen los activos para solventar esa selección de segunda ronda con dos picks compensatorios hacia el final de la tercera ronda.

Después de la saga que representó la corta estadía del controversial Antonio Brown _ novela que aún no termina con un par de denuncias financieras pendientes _ los Patriots no quisieron tomar más riesgos y adquirieron a un jugador que durante toda su carrera ha mantenido la boca cerrada y ha dejado que su trabajo en el campo sea el que le brinde su siguiente cheque.

Y ahora, posiblemente, también un anillo de Super Bowl con el mismo equipo que le despojó de esa oportunidad apenas en 2016.