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Al Davis, el pionero y revolucionario negro y plata

No sólo convirtió a los Raiders en la franquicia más ganadora, sino que fue una pieza clave en la fusión de dos ligas para crear la NFL.

Estados Unidos
No sólo convirtió a los Raiders en la franquicia más ganadora, sino que fue una pieza clave en la fusión de dos ligas para crear la NFL.
Getty Images

La tarde del 9 de octubre de 2011 fue inusual para los Raiders. Por primera vez en 17,710 días salían al terreno de juego sin el comando de su jefe supremo. Un día antes había muerto Al Davis.

Pero no sólo fue una pérdida para la franquicia de negro y plata, fue una pérdida para la NFL, que tuvo que despedirse de uno de sus pioneros, uno que contribuyó como nadie a cambiar y mejorar el juego.

El 15 de enero de 1963, los Raiders -entonces parte de la American Football League- convirtieron a Allen Davis (4 de julio de 1929, Brockton, Massachusetts) en el gerente general y head coach más joven de la historia del football profesional. Tenía 33 años de edad.

Una de las primeras cosas que hizo fue cambiar los colores del uniforme de Oakland a negro y negro, para parecerse a los equipos del Ejército que idolatró durante la década de 1940.

Davis inmediatamente instaló una nueva y agresiva ofensiva para los Raiders: un ataque vertical.

“Cuando salíamos del huddle, no estábamos buscando primeros y 10. No queríamos mover las cadenas, queríamos touchdowns. Queríamos una jugada grande”, dijo.

La defensiva tenía la misma filosofía: atacar.

Creo que este es un juego, psicológicamente, de intimidación y miedo… Pienso esto: en las primeras cinco a 10 jugadas del partido el quarterback del otro equipo debe caer, y debe caer duro. Eso establece el ritmo del juego”, comentaba Davis.

Pero Oakland no era únicamente un equipo violento o intimidante. Davis estaba comprometido con algo: ganar.

“Sólo ganen”, solía decirle Davis a sus jugadores. “Jueguen duro. Intenten no cometer errores, pero no se preocupen por los errores porque solo hay una cosa que cuenta: solo ganen”.

El 8 de abril de 1966, Davis se convirtió en Comisionado de la AFL, cuyos dueños sentían que perdían la batalla con sus rivales de la NFL y apostaron a la fiereza de Al para iniciar el contraataque.

Davis únicamente duró 16 semanas en el cargo, pero en ese tiempo convenció a los dueños de equipos de la AFL para que firmaran a las estrellas de la NFL y rápidamente cambiaron de bando iconos como el quarterback John Brodie y Roman Gabriel, de Los Angeles Rams.

Meses después, ambas ligas se fusionaron y acordaron jugar un partido de campeonato ahora conocido como Super Bowl.

El Comisionado Davis renunció el 25 de julio de 1966, regresó a Oakland como jefe de operaciones y compró una participación de la franquicia.

Y mientras en los campos su equipo construía una reputación como “sucio” y malintencionado, Davis luchaba contra el racismo y la discriminación en la NFL. Así, en 1968, convirtió a Eldridge Dickey en el primer quarterback afroamericano de la historia en ser reclutado en la primera ronda del Draft.

En 1989 contrató al primer coach de raza negra en la NFL: Art Shell. Y también es recordado por convertir a Amy Trask en la primera ejecutiva de la NFL.

Desde 1963 hasta 2002, los Raiders dominaron el football profesional, ganándose el nombramiento de “Equipo de las Décadas” con 17 temporadas ganadoras entre 1963 y 1980. Más tarde, la franquicia negro y plata ligó otras 11 campañas con marca ganadora (1982-2002).

Bajo el mando de Davis, los Raiders ganaron tres Super Bowls (XI, XV y XVIII) y el título de la AFL en 1967.

“Si hay algo de lo que estoy particularmente orgulloso, tendría que decir que fue la perpetuación de la grandeza de los Raiders”, dijo Davis. “El haber tomado a un equipo de football profesional y darle una característica distintiva, que es diferente a todos los demás”.

Al Davis es la única persona de la historia del football profesional que ha sido asistente, scout, head coach, gerente general, Comisionado y dueño o jefe ejecutivo de una franquicia.

Fue entronizado en el Salón de la Fama en 1992 y su frase aún nos acompaña: “Just win, baby”.