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Mark Sanchez anuncia su retiro y será analista de football

El quarterback de abuelos mexicanos se despide de la NFL después de diez temporadas y cuatro equipos, pero se mantendrá cercano al deporte del emparrillado.

Estados Unidos
El quarterback de abuelos mexicanos se despide de la NFL después de diez temporadas y cuatro equipos, pero se mantendrá cercano al deporte del emparrillado.
Getty Images

Nunca fue el mejor quarterback de la NFL _ vamos, ni siquiera estuvo cerca _ pero Mark Sanchez de alguna manera llegó a convertirse en un icono, cortesía de una trágica jugada que definió su carrera más allá de sus dos viajes consecutivos a la antesala del Super Bowl.

Ahora, esa carrera que alcanzó alturas insospechadas para después naufragar en un mar de burlas y un término acuñado exclusivamente en su honor _ el “Butt Fumble” _ ha llegado a su fin.

Según reportó el NY Post el martes, el agente libre Sánchez se despidió luego de 10 años y cuatro equipos en la NFL para aceptar una oferta de ESPN para convertirse en analista de estudio para sus emisiones de football colegial, un puesto que le viene como anillo al dedo debido a sus comprobada dotes con el micrófono y su evidente conocimiento del tema.

Si bien ESPN gana a un valioso elemento, la NFL y sus aficionados perdieron a un personaje que se convirtió en parte de la cultura popular.

De abuelos mexicanos e hijo de un capitán de bomberos que asistió en algunas de las más grandes tragedias de Estados Unidos (el 11 de Septiembre y el huracán Katrina), su familia estuvo entre aquellas desplazadas de Chavez Ravine para la construcción del Dodger Stadium.

Su ascendencia hispana y su condición como quarterback titular de USC lo convirtieron en un ídolo entre los aficionados de Los Ángeles, donde llevó a los Trojans a un triunfo en el Rose Bowl sobre Penn State.

Poco después, y en contra de los deseos del coach de USC Pete Carroll, Sanchez se declaró al draft y alargó su buena racha y fue la quinta selección global.

Después de llevar a los Jets a Finales consecutivas de la AFC en sus primeros dos años (2009 y 2010), derrotando a los Patriots en Foxboro en el proceso, a Sanchez parecía que todo le salía bien.

Engalanó la portada de GQ con una larga entrevista y se le ligó sentimentalmente a Eva Longoria y Kim Kardashian. Fue el inicio de su perdición.

Un año después, comenzó la regresión. Al siguiente, la tragedia.

En un juego del Día de Acción de Gracias, ante los Patriots nada menos, Sanchez y su running back Lex Hillard se confundieron en el intercambio del balón. Como venado encandilado, el pasador nunca supo que hacer y terminó corriendo hasta estrellarse con el enorme trasero de su guardia izquierdo, Brandon Moore. Sumándose a la trágica serie de eventos, Sanchez soltó el balón y Steve Gregory lo recuperó y devolvió 32 yardas para un touchdown en la paliza de 49-19.

Había nacido el “Butt Fumble”

Y una maldición. Sanchez emigró a los Eagles y tuvo 10 inicios sin pena ni gloria en dos años, fue a Denver a buscar la titularidad y la perdió con el novato Brock Osweiler, fue a Dallas a buscar la titularidad y la perdió con el novato Dak Prescott. Fue a Chicago a buscar la titularidad y la perdió con el novato Mitch Trubisky. Fue a Washigton a buscar la titularidad y la perdió con ¿Colt McCoy?

Esa es la gota que derramó el vaso. Ya no había cabida para Sanchez en la NFL.

Y a pesar de que Sanchez se empeñó en no permitir que el “Butt Fumble” definiera su carrera, fracasó en cada oportunidad hasta que, finalmente, aceptó su destino.