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Eric Dickerson revolucionó la posición de corredor en los 80

Con su estilo y elegancia únicos, corrió para 2,105 yardas en 1984, un récord aún vigente en la NFL; en 1999 entró al Salón de la Fama.

Estados Unidos
Con su estilo y elegancia únicos, corrió para 2,105 yardas en 1984, un récord aún vigente en la NFL; en 1999 entró al Salón de la Fama.
Getty Images

Cuando la Madre Naturaleza combinó fuerza, elegancia, velocidad, explosividad y le puso goggles, entonces creó a Eric Dickerson.

Dickerson parecía que flotaba en el campo de football. Este tipo de 1.90 metros y 100 kilos corría erguido y sin miedo a ser golpeado por un linebacker, mucho menos por un back defensivo.

Su estilo y elegancia para correr con el balón no tienen comparación.

Eric Demetric Dickerson (2 de septiembre de 1960, Sealy, Texas) era justo lo que necesitaba el coach John Robinson para poder emular con Los Angeles Rams el ataque terrestre que lo hizo famoso en Southern California.

Tras ser reclutado con el segundo pick global en el Draft de 1983 (proveniente de Southern Methodist), Dickerson impuso un récord de la NFL para un corredor novato con 1,808 yardas y 18 touchdowns. Totalizó 2,212 yardas combinadas y tocó el balón en 442 ocasiones, otras dos marcas para un novato.

“Cada vez que Dickerson lleva el balón, no respiras hasta que alguien lo taclea”, dijo Raymond Berry, ex coach de los New England Patriots. “Y considerando el número de veces que lleva el balón, eso va mermando al coach contrario durante el curso de la tarde”.

En apenas su segundo año en la liga, Dickerson corrió para 2,105 yardas, un récord aún vigente en la NFL. De hecho, ganó 1,800 o más yardas en tres de sus cuatro primeras campañas en la liga.

En los Playoffs de 1985, corrió para 248 yardas en la Ronda Divisional contra Dallas. Promedió 7.29 yardas por intento y los Rams blanquearon 20-0 a los Cowboys.

“Es el mejor que he visto, y me refiero a todos los tiempos”, dijo el legendario O.J. Simpson.

Pero Eric también era todo un personaje fuera del terreno de juego y después de cuatro campañas y media en Los Angeles, sintió que no era lo suficientemente apreciado por los Rams, así que pidió su salida del equipo.

Así, el 31 de octubre de 1987, en un movimiento que involucró a tres equipos, 10 jugadores y/o selecciones colegiales, los Rams mandaron a Dickerson a los Indianapolis Colts a cambio de seis selecciones colegiales y dos jugadores. Buffalo obtuvo los derechos del linebacker Cornelius Bennett, mientras Greg Bell y tres novatos pasaron a Los Angeles. Los Colts sumaron a Owen Gill y tres selecciones del Draft para completar esta mega negociación con los Rams.

En 1988, su primera temporada completa con los Colts, Dickerson fue líder de la NFL con 1,659 yardas y un promedio de 103.7 por partido.

La de 1989 sería la última campaña en la que rompería la barrera de las mil yardas debido a una serie de lesiones que lo persiguieron hasta el final de su carrera.

En 1992 regresó a Los Angeles, pero esta vez para firmar con los Raiders, y un año más tarde jugó la temporada del adiós con los Atlanta Falcons.

Nunca pudimos verlo en un Super Bowl, pero se retiró como el segundo de todos los tiempos con 13,259 yardas por tierra. Fue invitado a seis Pro Bowls y cinco veces fue nombrado All-Pro. Fue líder de la NFL en yardas terrestres en tres ocasiones con los Rams y una más con los Colts y recibió su chaqueta amarilla en el Salón de la Fama en 1999.

Tuvo sus críticos debido a sus disputas contractuales, pero Eric Dickerson fue un regalo de la Madre Naturaleza que derrochó elegancia en los campos de la NFL.