Tony Gonzalez: héroe del basketball, leyenda del football
Es considerado el mejor tight end de la historia; su habilidad en las duelas le ayudó en los emparrillados y el 2 de agosto será entronizado en el Salón de la Fama.
En su novela Stoner, John Williams dice que “la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final”. Algo así le pasó a Tony Gonzalez… con los deportes, claro.
El estelar tight end no siempre estuvo enamorado del football. Su “primer amor” fue el basketball, pero los touchdowns (y no las canastas) lo convirtieron en una celebridad y lo tienen a menos de un mes de ser entronizado en el Pro Football Hall of Fame de Canton.
Anthony David Gonzalez (27 de febrero, 1976, Torrance, California) tiene mucho que agradecerle a Chris, su hermano menor, quien siempre encontraba la manera para motivarlo a hacer deporte.
“No quería ser un atleta profesional. No me importaba. Solo quería divertirme”, recordó Tony. “Chris es el que me hacía salir a jugar. Él fue quien realmente me guió, especialmente cuando era más joven. Ni siquiera estoy seguro de que hubiera jugado al football si no fuera por él”.
En la Huntington Beach High School empezó a brillar como linebacker, pero ya había descubierto el basketball. En su año de junior promedió 17 puntos y nueve rebotes por juego, y algunos scouts comenzaron a notarlo.
¿En el campo football? Bueno, ahí fue nombrado All-American como linebacker y tight end; atrapó 62 pases y sumó 945 yardas y 13 touchdowns. En 1994 fue nombrado Atleta del Año de la región, reconocimiento que compartió con Tiger Woods.
Eligió la Universidad de California porque ahí le prometieron que podría jugar los dos deportes. En la duela no le iba mal, pero en el emparrillado terminó con 44 recepciones, 699 yardas y cinco touchdowns con los Bears, en ese entonces bajo el mando del coach Steve Mariucci.
Gonzalez sabía que la NFL lo esperaba, así que no regresó a California para su última temporada.
Con esos dotes de basquetbolista, Tony era un prospecto muy interesante para la NFL y los Kansas City Chiefs lo reclutaron en la primera ronda del Draft 1997.
Gonzalez fue de impacto inmediato en la ofensiva de los Chiefs, pero fue en su tercera campaña como profesional cuando realmente comenzó a hacerse de un nombre: fue líder en Kansas City con 76 recepciones, 849 yardas y 11 touchdowns para ser invitado al primero de sus 14 Pro Bowls.
En 17 temporadas con los Chiefs (1997-2008) y Atlanta Falcons (2009-2013) González jugó en 270 partidos de temporada regular y en 254 fue titular.
Terminó su carrera con varios récords de la NFL para un tight end, incluidos recepciones (1,325), yardas (15,127) y más juegos de 100 yardas (31). Sólo Antonio Gates (116) tenía más recepciones de touchdown que Tony (111) al momento de su retiro.
Tuvo al menos una recepción en 211 juegos en fila, 61 juegos más que el anterior récord de la NFL para un tight end. De hecho, fue el primer ala cerrada en la historia de la liga con 16 temporadas consecutivas con 50 o más recepciones.
En ocho ocasiones superó las 80 recepciones y en 2004 fue líder de la NFL con 102 y 1,258 yardas, la cuarta ocasión en su carrera que superó la barrera de las 1,000 yardas.
Gonzalez fue enviado, vía canje, a Atlanta en 2009 y fue con los Falcons, tres años más tarde, con los que Tony jugó su única Final de Conferencia. En ese partido atrapó ocho pases para 78 yardas y un touchdown, pero Atlanta cayó 28-24 ante los San Francisco 49ers.
Siete veces fue nombrado primer equipo All-Pro (1999-2003, 2008, 2012), fue MVP de Chiefs (2008) y Falcons (2009) y seleccionado miembro del Equipo de la Década de los 2000’s.
El 2 de febrero, el Comité de Selección del Pro Football Hall Of Fame anunció a Tony Gonzalez como uno de los ocho miembros de la Clase 2019. La noche del 3 de agosto, en Canton, Ohio, se enfundará en la chaqueta dorada y será entronizado en el Salón de la Fama.
Su primer amor fue el basketball, pero fue el football el que lo convirtió en leyenda.