David Boquín pasó de trabajar en un cementerio a ser goleador
El nuevo refuerzo de Sonsonate, tuvo que dejar en segundo plano el fútbol para poder cubrir los gastos de la casa; ahora llega a El Salvador para convertirse en goleador.
David Boquín firmó como el refuerzo estrella en el ataque de Sonsonate para los próximos dos torneos, pero su vida no ha sido fácil, ya que hace siete años tuvo que hacer a un lado su carrera como futbolista para poder cubrir los gastos de la casa. Cambió a All Boys cuando estaba en la Primera B, para trabajar en un cementerio en Argentina.
El delantero argentino reveló que tuvo que aceptar un trabajo como sepulturero en el cementerio de San Miguel cuando tenía 20 años, ya que se acababa de embarazar su mujer; este trabajo que no le enorgullece, pero ayudó en ese momento para mantener a Belén y a Lautaro, su primogénito.
“A los 20 años tuve a mi primer nene. Yo había debutado en All Boys, en la Primera B Metropolitana. Pero Belén, mi señora, quedó embarazada. No lo teníamos previsto. Simplemente, pasó. Dejé de jugar y entré a trabajar en el cementerio de Moreno de sepulturero”, contó Boquín al diario Del Sur al Norte.
Su paso por el cementerio lo volvió una persona más fría, ya que en un principio sufría al tener que enterrar a la gente, principalmente a los bebés, pero con el tiempo se acostumbró y se dedicó a ir a trabajar sin pensar en nadie.
Su regreso a las canchas
Boquín pasó tres años y cuatro meses sin jugar fútbol cuando un joven lo vio en uno de los torneos relámpago para terminar llevándolo a una prueba con Huracán de Tres Arroyos. En ese entonces dejó el cementerio para regresar a las canchas, pero para completar para los gastos era cargador de cuero de vacas.
Siete años después fue reconocido como ‘Rey’ David en su natal argentina al convertirse en el referente de Bella Vista de Bahía Blanca. Ahora se encuentra frente a un nuevo retó al presentarse en El Salvador como el encargado de manejar el ataque de Sonsonate.