Houston Texans

DeAndre Hopkins revela que pasó la temporada con lesiones

A pesar de la durabilidad del wide receiver, quien solo se ha perdido un partido como profesional, su salud se vio disminuida durante la campaña de 2018.

Estados Unidos
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Desde el momento en que los Texans tomaron a DeAndre Hopkins en la primera ronda del draft de 2013, el wide receiver solo se perdió el duelo de la semana 17 de la campaña de 2017 por una lesión en la pantorrilla.

A pesar de que el egresado de Clemson se ha mostrado como un elemento durable en el esquema de los Texans ─bajo un breve periodo al servicio de Gary Kubiak y durante la mayor parte de su carrera trabajando para Bill O'Brien─, también ha batallado con problemas de salud.

En entrevista para The Houston Chronicle el wide receiver de 27 años declaró que a lo largo de 2018 sufrió varias molestias y aseguró que en la campaña recién terminada recibió la mayor cantidad de castigo que había tomado desde su llegada a la NFL.

"El año pasado fue duro no solo física sino mentalmente. Fui golpeado más de lo que me había tocado desde que empece a jugar", explicó Hopkins. "Batallé con lesiones difíciles que hubieran sentado a otras personas. Pero tenemos un buen equipo que depende de mí y nunca pensé que las lesiones me marginarían a menos que los doctores me lo dijeran".

Y sus palabras tienen coherencia. El año pasado terminó con un total de 1,572 yardas ─la segunda mayor cantidad de toda la NFL detrás de las 1,677 de Julio Jones─, y prácticamente triplicó la cantidad de yardas que consiguió el segundo lugar entre los receptores de los Texans, que fue Will Fuller ─consiguió 503 en siete juegos antes de sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior.

Nada detiene a 'Nuk'

Por otra parte, Hopkins señaló que durante el juego de postemporada frente a los Colts ─donde Houston cayó por marcador de 21 a 7─, sufrió una lesión en el brazo que lo limitó a solo cinco recepciones para 37 yardas.

"Separé los ligamentos de mi hombro totalmente del hueso. Intenté jugar a pesar de solo tener un brazo útil. Teníamos un buen equipo y una meta. Ellos me necesitaban. Fue algo difícil", sentenció Hopkins.