¿Qué espera la NFL para actuar en casos de violencia doméstica?
Tyreek Hill es el más reciente nombre en una larga lista de jugadores que deberían ser expulsados de la liga.
“Tú también deberías tenerme miedo”.
Esa es la frase inequívoca de un hombre violento, que ya lo hizo antes y lo volverá a hacer. Esa, también, es la frase de un hombre que sabe que, haga lo que haga, tendrá una segunda oportunidad cortesía de su habilidad atlética y de una liga sin moral.
Sí. Tyreek Hill estranguló y golpeó a Espinal en 2014, le rompió el brazo a su hijo de 3 años de edad y le dejó, otra vez, el ojo morado a la NFL. Sí, Tyreek Hill es un hombre peligroso.
Y no, Tyreek Hill no merece el privilegio de jugar en la NFL, de que alguien compre un jersey con su apellido en la espalda y, ciertamente no merece un solo aplauso.
Sin embargo, casi 24 horas después de que se diera a conocer el perturbador audio en el que Hill reconoce los actos violentos en contra de un niño de apenas tres años, y amenaza a su novia, la NFL se mantiene en silencio.
¿Qué demonios espera para actuar?
El de Hill, lamentablemente, no es el primer caso de violencia doméstica que mancha a la liga. Ray Rice, Kareem Hunt, Rae Caruth, Greg Hardy o Ezekiel Elliott. La NFL tiene experiencia en el manejo de esos casos.
Y en todos esos casos han tomado la decisión equivocada. Es por eso que se siguen presentando este tipo de situaciones. Y el ritmo es cada vez más alarmante.
La pregunta es ¿qué espera la NFL para tomar la decisión correcta? ¿Para hacer de un jugador como Hill un ejemplo de tolerancia cero? Tal vez la liga espera otro video como el de Rice o Hunt para darle una reprimenda un golpecito en la mano y pedirle de favor que no lo vuelva a hacer.
No. Hill debe ser el ejemplo y ser expulsado de la NFL para siempre. Borrar su recuerdo, como intentan hacerlo con Aaron Hernández. La respuesta de la liga debió ser inmediata y debería ser contundente. No más violencia doméstica.
Una empresa de miles de millones de dólares no puede asociarse con la violencia doméstica. La violencia en la NFL debe quedarse en el emparrillado, pero con más frecuencia se traslada a casa, con los miembros más vulnerables, desde luego. ¿Por qué tolerar eso?
¿Por qué Hill es un jugador explosivo, dinámico y pone gente en las tribunas y dinero en el bolsillo de la liga? No, la NFL no necesita las monedas que le puede generar alguien como Hill cuando se tienen miles de millones en el banco. Lo que se necesita es una imagen limpia y una conciencia aún más pulcra de que se hizo lo correcto. De que no se van a tolerar estos comportamientos. De que el próximo que lo haga perderá, sin duda, millones de dólares, una profesión y un sueño.
La NFL tiene que hacer lo correcto y hacerlo ahora. Con Hill. Con uno de los mejores jugadores de la actualidad. Talento siempre habrá, oportunidades de mandar un mensaje contundente, no muchas.
¿Qué esperas Roger, a que alguien muera?
¿Ya se te olvidó el caso de Rae Carruth, quien apenas salió de prisión después de una sentencia de 18 años por mandar a asesinar a la madre de su hijo?
¿O tal vez esperas a que se repita el caso de Jovan Belcher? Un linebacker de los Chiefs que se suicidó en el estacionamiento de Arrowhead frente al gerente y al coach del equipo minutos después de asesinar a su novia, Kasandra Perkins.
Dos de los episodios más oscuros de la NFL estarán por siempre vinculados a la violencia doméstica. ¿Cuántos más debe de haber antes de que se tomen medidas contundentes?