Bill Walsh, la inspiración de Sean McVay con los Rams
El abuelo del coach de los Rams trabajó con los 49ers y desde entonces acercó a su nieto a la filosofía de trabajo del ganador de tres Super Bowls con SF
Cuando Sean McVay llegó a Los Angeles, al inicio de la campaña 2017, los Rams venían de un año en el que ocuparon el último lugar de la liga en cuanto a promedio de puntos por partido, con 14.
Pero con su revolucionaria ofensiva, McVay ayudó a que los Rams se convirtieran en el primer equipo de la historia que de un año a otro pasó del peor al mejor de la NFL en cuanto a puntos por juego: en 2017 promediaron 29.9.
En su primera campaña con los Rams, McVay no sólo se convirtió en el coach más joven de la historia -a sus 31 años de edad- sino que ganó siete juegos más que en 2016 y llevó al equipo a su primera aparición en Playoffs en 13 años.
El quarterback Jared Goff y el corredor Todd Gurley son las piedras angulares de su agresivo ataque, que en 2018 fue segundo en cuanto a puntos (32.9) y yardas (421.1), y tercero en ofensiva terrestre (139.4).
Los Rams terminaron la temporada regular con récord de 13-3 y ganaron la División Oeste de la NFC por segundo año en fila por primera vez desde las campañas 1978-79.
El domingo, a sus 33 años, McVay se convertirá en el coach más joven en dirigir en el Super Bowl.
El receptor Brandin Cooks, recientemente le llamó el “Einstein” de la NFL. Y Bill Belichick, coach de los Patriots y considerado el mejor de todos los tiempos, también le tiró una flor a su joven colega de los Rams.
“Tengo mucho respeto por Sean. Creo que ha hecho un gran trabajo en los dos años que ha estado con los Rams”, dijo Belichick. “Sus equipos se han desempeñado a un nivel extremadamente alto. Son muy consistentes. Están bien entrenados. Tienen un gran esquema y los jugadores lo ejecutan de manera consistente a un nivel muy alto”.
McVay pasó tres años como coordinador ofensivo de los Washington Redskins. Antes fue coach de tight ends durante otras tres campañas.
En 2010, antes de llegar a Washington como asistente ofensivo, McVay dirigió a los Florida Tuskers de la United Football League (UFL), con los que terminó con marca de 6-0 y luego perdió el juego por el título.
Inició su carrera en la NFL en 2008, cuando fue contratado como asistente ofensivo por los Tampa Bay Buccaneers.
McVay es un coach moderno, algo así como el pionero del “new wave” de los entrenadores en la NFL, pero ha aprendido de uno de los mejores sin siquiera haberlo conocido.
Su abuelo, John McVay, fue director de operaciones con los San Francisco 49ers entre 1983 y 1994, y también fue gerente general del equipo en 1998 y 99.
John procuró que Sean estudiara no sólo la ofensiva sino la filosofía de trabajo del coach Bill Walsh, uno de los grandes genios de la década de los 80 y ganador de tres Super Bowls con los 49ers.
“Nunca tuve la oportunidad de conocer a Bill, porque yo era muy joven. Pero mi abuelo me ha acercado mucho a él y definitivamente he tenido esa influencia, con todos esos libros que escribió”, recordó Sean McVay. “Y, bueno, he tenido grandes mentores, como mi abuelo, la familia Gruden y hasta Mike Shanahan, que fue parte de ese equipo de los 49ers, y absolutamente me han influenciado con la manera en la que hacen las cosas, con ese detalle meticuloso en cuanto a la organización y no sólo eso, sino cómo entrenar, cómo sacar el mayor provecho a las habilidades de los jugadores todo el tiempo. Claro que tengo mucho respeto por el coach Walsh y lo que significó a este juego, y definitivamente tratamos de incorporar algunas de esas cosas en este equipo”.
Inspirado en uno de los mejores de todos los tiempos, McVay trata de escribir su propio legado. Y para vencer a Belichick va a necesitar de los mejores trucos que haya aprendido de Bill Walsh.