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Patrick Mahomes, un buen motivo para ir al Azteca

La NFL programa para México el duelo entre Chiefs y Chargers; el quarterback de Kansas City rápidamente se convirtió en una estrella de la liga.

La NFL programa para México el duelo entre Chiefs y Chargers; el quarterback de Kansas City rápidamente se convirtió en una estrella de la liga.
JAMIE SQUIREAFP

Chiefs y Chargers comenzaron a jugar en 1960. Suman 108 juegos de rivalidad, incluidos aquellos en los que Chiefs eran Texans y no jugaban en Kansas City, sino en Dallas.

Es una de las rivalidades clásicas de la American Football League (AFL) y en la actualidad dos de los mejores equipos, no sólo de la División Oeste sino de la Conferencia Americana (AFC).

Y ese es el duelo que la NFL ha elegido para llevar al Estadio Azteca de la Ciudad de México durante la campaña regular 2019.

Los Kansas City Chiefs estaban programados para jugar en el Coloso de Santa Úrsula la noche del lunes 19 de noviembre del año pasado ante los Rams, pero las malas condiciones de la cancha frustraron a la afición mexicana de ver, quizá, el mejor juego de la temporada regular.

Recuerdo hace un año cuando la NFL anunció que Rams y Chiefs jugarían en el Azteca. La reacción en redes sociales fue pareja: que por qué esos equipos sin convocatoria; que la liga mandaba cualquier cosa a México; que el estadio no se iba a llenar y otros “peros” más.

Cuando Chiefs y Rams demostraron ser dos de los mejores equipos de la NFL, la narrativa cambió y también el interés por el juego.

Lastimosamente el cambio de pasto y la mala programación de eventos del Estadio Azteca le dieron al traste a un juego que -en Los Ángeles- incluyó 10 pases de touchdown, mil yardas combinadas y fue el primer juego de la historia de la liga en el que ambos equipos anotan 50 puntos.

No se esperan los mismos juegos pirotécnicos para el Chiefs-Chargers, pero este juego incluye a uno de los jugadores más versátiles y dinámicos de la NFL: Patrick Mahomes.

El joven quarterback de Kansas City, de apenas 23 años de edad, rápidamente se convirtió en un nuevo símbolo de la liga en 2018.

En su segunda campaña como profesional y primera como titular de los Chiefs (que mandaron a Alex Smith a Washington), Mahomes reescribió los libros de récords y ahora su nombre ocupa un lugar en la mitología de la NFL.

Fue líder de la liga con 50 pases de touchdowns. Sólo Peyton Manning y Tom Brady habían lanzado 50 envíos a las diagonales en una campaña. Fue segundo con 5,097 yardas, un nuevo récord de la franquicia.

En la Semana 2, a sus 22 años y 364 días, se convirtió en el jugador más joven de la historia que lanza seis pases de touchdown en un juego.

También es el cuarto quarterback con al menos cuatro envíos de anotación en tres juegos en fila y pasó para 300 yardas o más en ocho juegos consecutivos, con lo que igualó un récord de Andrew Luck.

Mahomes es un espectáculo per se. No es sólo la habilidad que tiene para alargar las jugadas rotas o el poderoso cañón que tiene por brazo derecho.

No. Lo más impresionante del juego de este chico son los diferentes recursos que tiene para lanzar el balón: por debajo del brazo (como beisbolista), en un salto, contorsionándose. Es irreal.

Mahomes y los Chiefs se quedaron cortos; cayeron en tiempo extra ante los Patriots y no pudieron coronar esa espectacular campaña con un viaje al Super Bowl.

Pero Kansas City será contendiente una vez más en 2019 y lo será gracias a su increíble quarterback.

Eso no lo sabíamos hace un año. Pero lo sabemos ahora.

Patrick Mahomes vale el boleto al Estadio Azteca.