Brillante Ricky Rubio (23+11) y paliza de Utah a los Warriors: "Nos han pateado el culo"
La mejor noche ofensiva de los Jazz esta temporada fue también la peor pesadilla de los Golden State Warriors. "Patético", dijo Steve Kerr. Final NBA: Rockets vs Warriors, juego 6
Noche de fiesta en Salt Lake City. Fiesta de verdad. De estreno (camisetas City Edition), visita de los grandes campeones y la mejor actuación de la temporada de un equipo que ha recuperado la sonrisa con el regreso de Rudy Gobert y la esperanza de jugar playoffs tras la horrorosa lesión de DeMarcus Cousins. Hasta nueve partidos por debajo del 50% estaban los Jazz hace solo unos días. Ahora ya son seis y miran hacia arriba con la mejor defensa de la competición desde que volvió a las canchas el pívot francés. Van a dar guerra...
La mejor actuación de los Jazz fue también la peor noche de los Warriors (ni los locales habían anotado tanto esta temporada ni los visitantes habían recibido casi 130 puntos...). Se puede ver de las dos maneras, pero creo que sería injusto quedarnos con la pájara de los campeones sin antes alabar el gran partido de los de Snyder. Es más, una no hubiera existido sin la otra y viceversa.
La genial noche en Salt Lake City arrancó con un torrente de acierto encabezado por Joe Ingles (anotó sus cinco primeros intentos desde el triple) y con la torre eiffel cerrando pasillos hacia el aro en el otro lado. Ricky estuvo fantástico de principio a fin. Puso el rumbo, dirigió la nave, ataco la canasta rival con decisión, encontró con facilidad a Gobert y a Favors en el pick&roll y no falló cuando la defensa de los Warriors le puso a prueba. Fue mucho más que 23 puntos, cinco rebotes y 11 asistencias. Fue el volante de los Jazz en ataque y también el primer defensor de Curry: +31 en 35 minutos sobre el parqué, la mejor marca del partido contra el mejor equipo del mundo.
Le acompañó la sensación Donovan Mitchell (20+3+4+4), una buena noche de Favors (18+10, 9/11 en los tiros) y el acierto general de un equipo que logró su mejor marca de la temporada con un 58% de acierto en los tiros. Todo contra unos Warriors que no fueron los Warriors.
Desactivados, desorientados... Quizás en ese estado que describió Andre Iguodala hace unos meses cuando se enfrentaron a los Jazz en las semifinales de la conferencia oeste ("el problema con Utah es que estás simplemente aquí sentado y tu mente está muerta"). Se salvó Klay (27), pero los Warriors no fueron los Warriors. "Patético, baloncesto asqueroso", dijo Kerr (Curry y Durant anotaron uno de sus 12 intentos desde el triple). Y lo pagaron caro ante un equipo serio que se transforma con Gobert sobre el parqué. Un animal diferente.