Rams, por un triunfo en el regreso de los Playoffs a L.A.
Con Jared Goff y Todd Gurley al mando, el ataque de Los Ángeles Rams será una dura prueba para la rejuvenecida defensa de los Atlanta Falcons.
El segundo juego de la cartelera sabatina de la ronda de Wild Card es el que disputarán Falcons y Rams.
Estos equipos se han enfrentado una sola ocasión en postemporada, con triunfo de Atlanta 47-17 en enero de 2005 sobre los entonces Rams de St. Louis.
De la mano de Sean McVay (31 años de edad), el coach más joven de la historia que ha llevado a su equipo a Playoffs, los Rams fueron líderes de la liga al promediar 29.9 puntos por juego, convirtiéndose apenas en el segundo equipo que lo logra un año después de ser el peor en ese departamento (14 puntos en 2016).
El ataque de los Rams, octavo en la NFL con 361.5 yardas por partido, está comandado por un par de jóvenes, Jared Goff y Todd Gurley II, en apenas su segunda y tercera campañas como profesionales, respectivamente.
Goff completó el 62.1% de sus envíos para 3,804 yardas, con 28 touchdowns, 7 intercepciones y rating de 100.5. Es apenas el tercer quarterback de la historia de la franquicia con un índice mayor a 100 puntos; los otros dos son Kurt Warner y Trent Green.
Gurley fue el corredor más completo de la liga en 2017. Totalizó 2,093 yardas combinadas, con 19 touchdowns. Por tierra terminó con 1,305 yardas (promedio de 4.7 por intento), con 13 anotaciones, y fue el líder receptor del equipo con 64 balones atrapados para otras 788 yardas y seis touchdowns.
Si la defensiva de los Falcons, novena contra la carrera (104.1 yardas por partido) no logra contener a Gurley, su eliminación podría ser escandalosa.
Cooper Kupp emergió como el mejor receptor de los Rams; terminó segundo con 62 recepciones y primero con 869 yardas y 5 touchdowns, aunque nunca se sabe cuándo el intermitente Sammy Watkins va a tener un juego grande.
Este podría ser un partido de muchos puntos, porque la de Atlanta es la octava mejor ofensiva de la liga, una que promedia 364.8 yardas por juego.
Sin embargo, la partida del coordinador ofensivo Kyle Shanahan (ahora coach en San Francisco) pegó duro al ataque de los Falcons, que pasaron de anotar 540 puntos en 2016 a 353 este año.
Matt Ryan fue sexto en la NFL con 4,095 yardas, pero sus 20 pases de touchdown significaron una dramática caída con respecto a los 38 de la campaña pasada.
Julio Jones fue segundo en la liga con 1,444 yardas, pero sólo anotó en tres ocasiones.
Jones sostendrá uno de los duelos clave de este partido con el esquinero Trumaine Johnson, quien podría convertirse en agente libre al final de la temporada, por lo que este juego podría representarle un contrato multianual.
La buena noticia para Ryan y los Falcons es que el corredor Devonta Freeman está de regreso en las prácticas después de sufrir una lesión en la rodilla.
Freeman es líder del equipo con 865 yardas por tierra y 7 touchdowns, pero también es una opción para Ryan en el juego aéreo.
La defensa de Atlanta es joven e incluye cuatro titulares que fueron reclutados en los tres últimos Drafts: los linebackers Vic Beasley Jr., Deion Jones y DeVondre Campbell, y el safety Keanu Neal.
El pick: la experiencia puede ser un factor en este duelo. Mientras el roster de Atlanta es prácticamente el mismo que disputó hace un año el Super Bowl, los Rams sólo tienen cuatro titulares (el centro John Sullivan, el tackle Andrew Whitworth, el linebacker Connor Barwin y el esquinero Kayvon Webster) con experiencia en postemporada. Los quarterbacks que debutan en Playoffs suelen pagar derecho de piso, y esas son malas noticias para Jared Goff. Pero para eso está Gurley, quien debe ser la diferencia en el primer juego de postemporada en Los Ángeles desde enero de 1994. Rams 30-23 Falcons