Touchdown y lágrimas por un hijo fallecido y su madre coraje
Marquise Goodwin, de los San Francisco 49ers, ayudó a su equipo a ganar el primer partido de la temporada en medio de una terrible tragedia familiar.
En el partido que disputaron los San Francisco 49ers y los New York Giants en la tarde de ayer llamó la atención la emocional respuesta de Marquise Goodwin, receptor de los primeros, a la anotación de un touchdown. El equipo estaba muy necesitado, a fin de cuentas no había ganado ningún encuentro de los nueve primeros de la temporada regular, y él mismo necesitaba una gran actuación para reivindicarse. Sin embargo, las lágrimas que derramó y el incontrolable flujo de emotividad que le invadió parecían excesivos. No sabíamos que estaban plenamente justificados.
Goodwin había pasado la noche en el hospital junto a su mujer Morgan. El motivo es que ella estaba embarazada y acababan de perder al niño debido a complicaciones médicas. Eso no impidió jugr el partido, tal y como ella misma le pidió.
El receptor consiguió atrapar un pase del quarterback C.J. Beathard de 83 yardas y lo convirtió en un touchdown, no sin antes elevar un dedo al cielo en recuerdo de su hijo nonato, de arrodillarse para rezar, de ser abrazado por sus compañeros y de romper a llorar en la banda. Al acabar el partido, la primera victoria de la temporada para los 49ers, abandonó el vestuario a toda prisa para reunirse en el hospital con su mujer.
Y, desde allí, explicó todo lo que le había pasado en un mensaje de Instagram:
Además de contar lo sucedido, Goodwin fue explícito a la hora de hablar de su esposa y del valor que había demostrado: "Aunque estamos profundamente dañados, estoy agradecido a Dios por haberme bendecido con una mujer tan fuerte y valerosa como Morgan. El daño (físico, mental y emocional) que ha soportado es increíble. Por favor, rezad por la familia Goodwin".
La victoria de los San Francisco 49ers, por supuesto, fue lo de menos en una tarde durísima para este jugador y sus compañeros.