Los Houston Astros despiertan y jugarán la Serie Mundial

Como comenta Joe Buck, el prodigioso narrador de béisbol y football de Fox, cuando le preguntan qué deporte prefiere a la hora de proporcionar incontables lecciones de cómo hacer un gran trabajo, que no hay nada mejor que un séptimo partido en el pasatiempo nacional y no pudo estar más acertado después de lo vivido en el profundo corazón de Texas.

Los Houston Astros han derrotado a los New York Yankees por 4-0 para acompañar a Los Ángeles Dodgers en el Clásico del otoño en una fabulosa actuación a todos los niveles por parte de los texanos y jugarán por segunda vez en las Series Mundiales que se iniciarán en California el próximo martes.

Una ocasión única

Al contrario que en otros escenarios y más en un partido eliminatorio como el que se iba a disputar en el Minute Maid Park, no hubo cambios y los mismos pitchers que actuaban en el tercer partido iban a ser los que se jugarán el futuro en la temporada para sus franquicias.

Los New York Yankees se la jugaban todo por el todo con un C.C. Sabathia que se había mostrado como el stopper por antonomasia para los del Bronx con 10-0 tras una derrota de su equipo, salvando su temporada en Cleveland frente a Corey Kluber y protagonizando el inicio de la reacción en su feudo durante el transcurso de las Series de Campeonato, aunque ahora se le pedía el más difícil todavía.

Sin embargo, nada más iniciarse el partido se pudo ver cómo el ataque de los Astros era otro, que se había quedado en animación suspendida en su visita a Nueva York, puesto que Sabathia no lograba que los rivales persiguiesen sus envíos fuera de la zona de strike ni tampoco lograba que los swings se mostraran incapaces de lograr el contacto sino que la pelota era puesta en movimiento y encontraba los huecos.

Tuvo que ser Aaron Judge el que evitase que los Yankees se encontrasen muy pronto por debajo en el marcador cuando realizó una captura fabulosa para que Yuli Gurriel no estrenase el partido vía home run o con un hit que tenía un peligro inmenso.

Se rompe el empate

Con los Astros nuevamente incapaces de producir con corredores en posición de anotar durante las tres primeras entradas, en las que el veterano zurdo se dobló, pero nunca se rompió, tuvo que ser Evan Gattis, el que inaugurase el marcador gracias al primer home run de un bateador designado (DH) durante la postemporada y rehaciendo lo que había sido un pobre balance para los texanos desde esa posición.

Con Charlie Morton ofreciendo su mejor versión en una más que económica apertura plagada de strikeouts, los Astros iban mandando que es lo que quería, pero el 1-0 se antojaba escaso viendo la irregular efectividad de su bullpen.

Y el ataque despertó.

Con Tommy Kahnle en el montículo relevando a Sabathia desde el final de la cuarta, la quinta entrada, no podía ser otro sino José Altuve el que secundase el home run de Gattis con uno que doblaba la ventaja… pero ahí no quedaría la cosa.

Porque con Kahnle inefectivo por primera vez en estos playoffs y en el momento más inoportuno, Carlos Correa y Gurriel lograban sendos singles contra el diestro antes de que Brian McCann, que estuvo formidable en el sexto encuentro, volviese a conectar un doble para situar el 4-0 y que los Astros pudiesen respirar más tranquilos.

Un relevo maravilloso

Como decíamos, el bullpen de los Astros se encontraba en una situación precaria y les situaba en una posición desventajosa para el séptimo y decisivo encuentro, pero todo empezó con Charlie Morton, que fue capaz de darle cinco entradas de inmensa calidad a A.J. Hinch y que dejase todo preparado para… Lance McCullers Jr.

Por esto y por muchas cosas más, el béisbol y el séptimo partido es algo insuperable. Se había hablado de la potencial aparición de Dallas Keuchel e incluso un rescate postrero del MVP de la eliminatoria Justin Verlander, pero nadie anticipaba que Lance McCullers Jr. fuese capaz de cubrir el expediente de ahí en adelante.

En un relevo que pasará a formar parte de la historia de los playoffs junto al de Pedro Martínez en Series de División contra los Indians en 1999 y el de Madison Bumgarner para cerrar el Clásico del otoño de 2014, McCullers mantuvo a raya en todo momento a los Yankees con un severo régimen de curvas y catapultar a los Astros hasta la Tierra Prometida tras 54 maravillosos envíos.

Ya se sabe, “si algo no está roto, no lo toques”.

Los Houston Astros ganan su primer banderín de la Liga Americana tras el logrado como miembro de la Liga Nacional en 2005 y seguro que tanto texanos como angelinos nos ofrecerán un espectáculo maravilloso en poco más de 72 horas.