El debut de Yu Darvish ilusiona a los Dodgers

No vayamos a engañarnos, Los Ángeles Dodgers no necesitaban a Yu Darvish ni tampoco a los otros refuerzos que llegaron justo antes del cierre del mercado de traspasos. Con una plantilla que posee un fondo de armario que es difícil de igualar en este deporte en los últimos tiempos, los angelinos han sido capaces de ganar y ganar como si no hubiera un mañana en este deporte a la espera del momento de la verdad que suele ser el mes de octubre, que es donde se forjan las leyendas.

Yu Darvish bien puede ser una de ellas a tenor de lo visto en su estreno anoche en Queens.

El japonés realizó un clinic sobre el montículo a la hora de dominar a los New York Mets que si bien están cuajando una campaña francamente decepcionante por diversos motivos, no podían escoger a nadie más apropiado que Jacob deGrom a la hora de lidiar con la flamante adquisición de los californianos.

Una puesta de largo de ensueño

Más allá de una primera entrada en la que se vio ligeramente exigido respecto a lo que fue el resto de su actuación, Darvish abrumó a los neoyorquinos a lo largo de siete entradas en las que sólo concedió tres hits y llegó a las figuras dobles en strikeouts con diez, logrando algo que es extraordinariamente valioso cuando llegan los playoffs: la capacidad de lograr el swing y fallo reduciendo el factor humano de su defensa a la hora de conseguir los eliminados.

Uno piensa el combo que formaría en ese sentido con Clayton Kershaw y hasta puede sentir compasión por lo que se avecina para sus rivales.

Armado con un arsenal de va desde una tremenda recta a 95 millas por hora a una curva de 72-74 millas, los Mets eran simples marionetas en manos de un pitcher al que le van a venir fenomenal numerosos cambios respecto a lo que era sus actuaciones con los Rangers.

Razones para el optimismo

Lo primero es el cambio de una Liga Americana a la Nacional. Habitualmente la ERA media de la nueva liga de Darvish solía ser 0.50 carreras inferior a la de la Americana mientras que este año es muy parecida (4.31 frente a 4.37), aunque sólo con el hecho de no tener que lidiar con la figura del DH ya será un plus.

Además, pasará a un campo como es el Dodger Stadium donde resulta mucho más complicado anotar carreras mientras que el japonés presentaba una marca mediocre en el Globe Life Park in Arlington (5.38).

Por otro lado, va a pasar de tener que realizar envíos sobre un grupo de cátchers compuesto por Lucroy, Chirinos y compañía que figuran entre los peores a un Yasmani Grandal que es considerado como uno de los mejores en el ‘framing’ o mascoteo y sacar no pocos strikes extra como bien pudo comprobar Darvish en su estreno.

Por último y no menos importante, no hubo ni rastro de este pitcher que venía arrastrando una pésima racha durante los últimos ocho partidos (5.81), con un par de actuaciones horribles en julio, incluida la despedida de la que fue afición que presenció un horrible espectáculo con Darvish concediendo 10 carreras en poco más de tres entradas, que atribuyó a estar desvelando (tipping) lo que iba a lanzar sobre los bateadores de los Marlins.

Siguiendo un buen ejemplo

De esta manera, Yu Darvish se une a un selecto grupo de pitchers que fueron All-Star y que ganaron su estreno con su nuevo equipo. La lista comprende a excelentes ejemplos como David Price, Jon Lester, Jeff Samardzija, Drew Pomeranz, Esteban Loaiza, Rick Reed o David Wells que lo lograron desde 1990.

Estos Dodgers no parecen conocer sus límites… durante la temporada regular. Es impresionante comprobar que este equipo, que va a ritmo de hacerse con 114 triunfos y una de las mejores marcas de todos los tiempos, han sido capaces de ganar 42 de 49 partidos desde el 7 de junio y 22 de 25 desde el 4 de julio, mordiendo el polvo en esas tres ocasiones contra el mismo equipo como son los Atlanta Braves.

Con Darvish como lugarteniente de lujo de Clayton Kershaw están mejor posicionados para ganarlo todo cuando llegue octubre por primera vez en varias décadas, pero ya sabemos cómo funciona esto y que lo sucedido en temporada regular ahí se queda.

Demasiados ejemplos hemos tenido como para pensar lo contrario… o no en esta ocasión.