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ALL-STAR MLB

Un rejuvenecido All-Star vuelve a sus orígenes

La presencia de enormes talentos como los novatos Aaron Judge y Cody Bellinger junto a otras estrellas del béisbol se dan cita en el Marlins Park de Miami.

El Marlins Park de Miami será la sede de la edición número 88 del All-Star Game de las Grandes Ligas de béisbol.
Getty Images

El béisbol goza en la actualidad de una salud envidiable y resulta de lo más apropiado que la edición número 88 del All-Star Game se dispute justo al lado de la mítica South Beach, que acogerá a todas las estrellas del firmamento del pasatiempo nacional, aunque como suele ocurrir, unas brillarán un poco más que otros.

Cuando no se han cumplido 24 horas de la prodigiosa actuación de Aaron Judge en el Home Run Derby con las 47 ocasiones que fue capaz de mandarla fuera del campo, llega el momento del acto central de estos días de fiesta que han tenido como centro del universo beisbolístico a la propia Miami y es un All-Star en el que desgraciadamente nos falta la presencia de un José Fernández que no hubiera sido uno más sino el que más hubiese disfrutado de esta celebración sin igual.

Desgraciadamente, eso no será así, aunque se producirá la presencia de las más rutilantes estrellas del deporte, liderando una nueva generación de jugadores que empiezan a tomar el relevo de los que han regido los designios del béisbol en la época más reciente.

Ausencias notables

A la ausencia de Mike Trout, Noah Syndergaard y Madison Bumgarner o Miguel Cabrera por no haber conseguido el respaldo popular, la salud de hierro del béisbol no puede estar en mejores manos que la de la sensación en Nueva York, un Aaron Judge que ha tomado el Marlins Park a fuerza de home runs y que amenaza con dejar su sello también en el Juego de las Estrellas.

Un total de 26 debutantes en el All-Star van a ser los encargados de disputar un encuentro que vuelve a sus orígenes, como partido de exhibición aunque no llegando al nivel de charada en el que se han convertido sus equivalentes en los otros grandes deportes en Norteamérica. Quizás por su componente tradicional, el All-Star es motivo de orgullo para todos los participantes y todos quieren quedar bien ante su público, su equipo y su liga, ya sea la Americana o la Nacional.

Las estrellas del montículo y diamante

Para esta ocasión, los encargados de tomar la decisión de apostar por los pitchers que iniciarán el encuentro no pueden estar más acertados. Es verdad que no veremos a Chris Sale para la Americana o Max Scherzer para la Nacional más allá de un par de entradas si es que llegan hasta ese punto, pero al menos tendremos ese duelo formidable nada más iniciar el encuentro de un Scherzer contra Aaron Judge o el resultado de un Chris Sale ante Bryce Harper.

Igualmente, los mejores equipos tienen que tener la representación que se merecen y es por este motivo que el mejor conjunto de la Americana como son los Astros tienen a seis jugadores, con José Altuve, Carlos Correa y George Springer en el equipo titular, mientras que en la Nacional los Washington Nationals son los que disfrutarán de más visibilidad con cuatro integrantes como son los citados Scherzer y Harper a los que se unen Daniel Murphy y un renacido Ryan Zimmerman desde el comienzo del encuentro.

Curiosamente, un conjunto histórico como son los Dodgers y poseedor del mejor récord de las Mayores tendrá a seis representantes, pero ninguno partirá de inicio.

Afortunadamente, el factor campo en las Series Mundiales no dependerá del resultado de este choque y eso está bien porque no parece justo que un aspecto tan importante dependa de lo que pueda hacer un jugador u otro, que a lo mejor no pertenece a unos Astros o Dodgers, sino que a lo mejor defendía los colores de Padres o Phillies. A partir de este momento dependerá de otros factores como el récord de los finalistas y no de lo que ocurra esta noche.

De esta manera, los 32 integrantes de cada uno de los dos combinados se juegan el honor personal, el prolongar el dominio reciente de la Liga Americana con un balance de 16-3-1 en los últimos 20 años o bien que la Liga Nacional sea capaz de mantener ‘in extremis’ la ventaja global del evento que todavía se decanta en su favor con una marca de 43-42-2.