FINAL CONFERENCIA NACIONAL NFL
Análisis del Falcons – Packers cuando ataque Atlanta
Hace una semana os hablaba de lo que son estos Falcons en ataque. Después de ver como trituraron a los Seahawks, no queda otra que repetirlo.
Hace apenas dos meses los Falcons disfrutaban de su semana de descanso. Llegaban al bye tras haber anotado sólo 15 puntos a la defensa de Philadelphia, que de aquellas estaba en su mejor momento. Tras un inicio espectacular los Falcons empezaban a desinflarse, mezclando derrotas y victorias. Con un record de 6-4 los focos se fueron alejando de ellos al grito de: “Atacan bien, pero la defensa es floja. Y son muy jóvenes”.
Algo parecido ocurría con los Packers que empezaron la temporada mal y que, poco a poco, se han convertido en ese equipo temible en el que Rodgers está iluminado y todo les sale bien. Ahora todo el mundo habla maravillas de este ataque, al igual que del de Packers. Incluso se han visto algunos brotes verdes en ambas defensas.
Falcons y Packers se jugarán el sábado, además del cetro de la conferencia nacional, el pase al partido más extraordinario del deporte colectivo mundial. Por lo que aquellos tiempos de decadencia vividos durante la temporada regular quedan muy lejos. Querido lector, los Green Bay Packers y los Atlanta Falcons son, hoy, los dos mejores equipos de la Conferencia Nacional. Lo pasado, pasado está.
ATAQUE FALCONS
Hace una semana os hablaba de lo que son estos Falcons en ataque. Después de ver como trituraron a los Seahawks, no queda otra que seguir por el mismo camino. Te asfaltan. Lo repito por si había algún despistado hace siete días. Defender a esta ofensiva se ha vuelto más indescifrable que el secreto de la Coca-Cola. Por cada problema que las defensas les pongan, ellos tienen una solución, y lo peor es que lo hacen con una sencillez, y naturalidad, que asusta. Si Green Bay no lleva el partido a unos doce drives entre ambos equipos, puede que reciban una cantidad que supere los cuarenta puntos. Los queseros no tienen otra forma de poder estar en el partido que siendo dominadores desde du ataque. Si el domingo vamos al tiroteo, a posesiones de tres o cuatro minutos, no van a tener opciones. Atlanta, ahí, te destroza.
La secundaria de los Packers es un agujero y no descubro nada nuevo con esta afirmación. A pesar de que Hyde y Clinton-Dix están aguantando el tipo, la baja de Burnett (lesionado en el partido frente a Dallas) puede ser mortal. Randall es infumable, Gunter es un buen CB suplente, pero que no pudo en ningún momento con Dez Bryant (así que es probable que le ocurra lo mismo con Julio Jones) y el resto son rookies y casi todos undrafted. Brice jugó un partido digno en el Divisional, muy seguro en los tackles, pero aún está algo verde para enfrentarse a lo que se le viene encima este próximo domingo. Aún no se sabe si Rollins estará apto para el duelo, aunque no espero un gran upgrade con su presencia, la verdad.
Con este percal, los Packers deben encomendarse a su front-7. Sobre todo a su línea defensiva, que es lo mejor de la defensa. El interior de esta línea está jugando realmente bien en este último mes. Mike Daniels es un portento físico y técnico. Su bull rush es brillante, así como sus lecturas de lo que ocurre en el backfield. También es capaz de encargarse de dos gaps, lo que facilita el trabajo para los otros tres hombres de la línea y para los ILBs. La sorpresa la están dando los dos rookies: Kenny Clark y Dean Lowry. Junto con Guion, el cuerpo de DTs es la mejor arma contra estos Falcons. Por un lado, tienen la tarea de parar la carrera y, por el otro, deben colapsar el pocket para que Ryan no tenga lecturas sencillas y se sienta presionado en todo momento.
La línea de Atlanta es buena y cuando se les suman los TEs para bloquear, pueden dar tiempo suficiente a su QB para lanzar. Si los interiores de la DL hacen su trabajo, los pass-rushers exteriores tendrán un buen 1x1 con los OTs, e incluso, a veces, se verán enfrentados a los TEs. Esto es un punto débil para los Falcons contra Peppers, Perry o un Datone Jones que nos enseña su potencial cada cierto tiempo, pero que, cuando lo hace, es una delicia ver como se desenvuelve desde el DE como pass-rush puro. Estoy convencido que se le puede presionar a Ryan en situaciones de spread con todos sus receptores abiertos. Hay que ser muy agresivos y no dejar que piense, golpearle (legalmente) e intentar sacarle del partido. Sin presión a este QB, el ataque de Falcons no se puede defender. Es, literalmente, imposible.
Y, no, no me olvido de nadie. Sé en quien estáis pensando, pero su propia cabezonería y la permisividad del staff técnico han hecho que Clay Matthews se haya convertido en un jugador vulgar. No puede con casi ningún tackle titular de la NFL. Verle rushear da hasta pena. Él lo intenta, por supuesto, pero físicamente no está para pelear en esas situaciones. Ni presiona al QB, ni cierra gaps contra la carrera. Como edge rusher, Clay Matthews no puede jugar en este equipo. Es intrascendente para la defensa y sin él en el emparrillado, Green Bay tiene más poderío en el rush al QB. Así de duro, pero así de cierto.
Otra cosa sería que se alinease por dentro. Allí, con su buena lectura del juego, podría ayudar a la defensa, especialmente en este partido, a parar la carrera. E, incluso, desde el ILB, podría entrar al blitz para cazar a Ryan. Si hay que mandar blitz, que habrá que hacerlo, espero que sea por parte de los ILBs, y no los corner blitzs clásicos de Capers que se ven desde el sofá de casa y que, además, llevan el combo de defensas individuales con un solo safety profundo. Eso deja en evidencia, aún más, a la secundaria. Por supuesto, no más caídas de Peppers (o de cualquier otro DL) en cobertura. Atacar con cinco hombres al QB, pero dejar a los DBs cayendo en cobertura.
Otro hombre importante para este partido es Joe Thomas. Thomas ha pasado desapercibido por el público en general, pero su progresión es buena. De hecho, entre él y Ryan han sido capaces de defender más o menos bien las rutas de los TEs. Especialmente Thomas. Esto va a ser vital para evitar el uso de los RBs de los Falcons en el juego de pase. Ryan suele sacar del backfield a sus RBs para buscar el mismatch con la defensa. Coleman es mejor que Freeman en el juego de pase, pero Freeman domina los juke moves (cortes, cambio de dirección) como nadie. Thomas debe estar atento a las situaciones de checkdown. Shanahan engaña muy bien a la defensa. Crea mucho espacio en el medio para que sus RBs ataquen a los LBs en campo abierto después de recibir el pase. Checkdowns o RB screens les dan una gran ganancia de yardas en cada partido. Como veis, cualquier hueco en zona de ataque es aprovechado por estos Falcons.
En la red zone, los runningbacks también son muy peligrosos. Siempre están integrados en el juego de pase y es posible verlos actuar dentro de un mismo concepto para aprovechar su versatilidad. Las salidas a las flats buscando el mismatch contra los LBs para ganar un primer down, dentro de la zona roja, son muy comunes. O también buscando la flat del backside tras play action. Incluso vimos a Coleman participar de una sail route para batir a los Seahawks el pasado sábado. El route running de ellos es tan bueno que no parecen runningbacks, si no otro wide receiver más. Por tierra o por aire, pero el backfield de los Falcons crea muchísimas ventajas.
Su juego terrestre es demoledor, machacón y siempre terminan completando una big play. Como ya os dije la semana pasada, las formaciones de dos y tres TEs, esconden muy bien las jugadas de pase o de carrera. Las formaciones en I, en shotgun o incluso en pistol, no son indicativo de casi nada. Ryan puede jugar el hand-off o puede quedarse el balón para poner un pase profundo aprovechando la reacción de su rival.
Shanahan consigue mover a toda la defensa para abrir huecos a la espalda del ataque, en el backside. A los play action se unen roll-outs de Ryan buscando el lado contrario hacia donde se dirige él. Los tight ends tienen excelentes manos y si el equipo está atascado, son los que resuelven el problema. En terceros downs largos, se vuelven peligrosos. A esto pueden sumarle jet motions al play action que provocan el desconcierto en la defensa. Es necesaria la capacidad de tener buenas lecturas del backfield y no caer en fintas.
Green Bay suele empezar los partidos defendiendo en Cover-1, siendo agresivos contra la carrera, dejando mucha gente en la caja y con sus DBs en individual. Se repite la misma tónica en casi toda la racha actual de victorias: inicio fuerte del ataque, ventajas importantes y abandonan la C-1 para empezar con las variantes de dos safeties profundos (C-2, Quarters). Podemos verles en hombre o en zona, o también jugando trap coverages, donde el CB engaña al QB haciéndole creer que caerá en cobertura profunda, para terminar saltando a la primera ruta exterior que vaya su zona. La Cover-2 Man me parece una buena idea para este duelo. Con ella sacrificas hombres en la caja, así que puedes correr el riesgo de que te jueguen por tierra, pero tanto Clinton-Dix, como Burnett (si juega), son buenos placadores y muy rápidos llegando a la LOS. Esto, el run support de los DBs, se me antoja vital para un partido donde juegas contra un equipo que realiza la outside zone de manera tan brillante como lo hacen los Falcons. En esta C-2 Man Under, se deja a los dos safeties profundos mientras que el resto cae en individual. Los dos safeties tienen que evitar la amenaza profunda en el pase. Sin duda, los Falcons tienen maneras de atacarla, pero jugarles mucho tiempo en zona puede ser contra producente. Cuando Ryan se enfrenta a una Cover-2 zonal, el resultado suele ser una gran ganancia de yardas. Si le sumas el despropósito que es Randall en este tipo de acciones, la combinación de rutas flat-7 se vuelve peligrosísima. Si la defensa de Capers es Quarters (también zonal), es muy posible que veamos la pin route (combinación de rutas deep-in post para atacar la espalda de los safeties), la cual es un clásico de big play recibido este año.
Para atacar la defensa individual y dejar a sus receptores en mejor posición para el release, Shanahan los alinea en stack, es decir, pegados los dos, uno un poco detrás del otro. Esto obliga a la defensa a no estar en press technique porque cualquier cruce de rutas podría ocasionar un choque y dejar al receptor totalmente abierto.
Los stacks empiezan a ser muy comunes en el ataque de Shanahan. Es la mejor manera de impedir que la defensa rival, aunque esté en zona, te rompa el timing entre receptor y QB. Alinean así a sus receptores en muchas combinaciones de rutas. Los Julio Jones, Sanu, Hardy o Gabriel son atacantes muy complicados de defender en el uno contra uno. Atacar las debilidades de cada cobertura, sea individual o sea zonal, es la misión de su coordinador ofensivo. Ya hemos visto algunas de las opciones para atacar las coberturas con dos safeties profundos, pero cuando el rival deja a un safety detrás y mueve al SS a las zonas hook, los Falcons suelen buscar el medio de estas dos zonas. Ya sea con rutas cruzadas, en drive concept, levels o con alguna otra ruta interior, los Falcons quieren atacar la cara o la espalda de los defensores en la hook. Esta es una de las debilidades de la defensa de Capers. A buen seguro veremos a Ryan buscando ese agujero central de los Packers.
Decir que Green Bay puede detener al ataque de los Falcons es mentiros. No lo puede hacer, es imposible. Atlanta va a subir puntos al marcador sí o sí. Otra cosa es que sean capaces de forzar algún turnover, o que su línea defensiva pueda parar en algún drive a la carrera y provocar sacks, o que Rodgers sea capaz de mantener drives largos y sostenidos para dejar a la ofensiva del equipo local mucho tiempo fuera del campo. A un partido de 30 puntos (o menos), Green Bay tendrá sus opciones. Es muy posible que Rodgers vuelva a regalarnos un partido legendario y que coloque a su equipo en opción de llevarse la victoria. Sin embargo, otra noche de las del mes de noviembre, donde se recibían más de 40 puntos, será inalcanzable para los queseros.
Otra vez vuelve a ser favorito el equipo que jugará de local en el Georgia Dome. Pero este deporte está lleno de historias míticas, de gestas, de victorias de David contra Goliath y, en este caso, el equipo menos favorito tiene algo que nadie más posee, que nadie disfruta cada semana jugando con su camiseta y que cualquiera querría tener de su lado. Nadie tiene a Aaron Rodgers, solo los Packers pueden presumir de ese privilegio. Y se han propuesto terminar lo que empezaron nada más acabar el partido de aquel 20 de noviembre. Se han propuesto llegar a la Superbowl.
Cuidado, Atlanta, sois mejores, pero viene el coco.