"¿Retirarse Carter con 39? Mierda, denle más dinero y 2 años más"
El veterano alero ha rejuvenecido en los últimos partidos con unos Memphis Grizzlies que le necesitan tanto dentro como fuera de la pista.
Vince Carter cumple este año su temporada número 19 en una NBA que comenzó a disfrutar sus vuelos en 1989 en Toronto. Air Canada lo ha visto todo y lo ha vivido todo durante una carrera que le ha llevado a seis equipos diferentes (Raptors, Nets, Mavericks, Magic, Suns y Grizzlies) y que parecía condenada a su final tras la operación en el tobillo derecho de 2014. Nada quedaba desde ese día de aquel jugador fantástico que nos hizo disfrutar en ocho All Star Games y que superó los 20 tantos de media durante diez temporadas seguidas.
Era uno más, con estadísticas mediocres para el 24º anotador en la historia de la NBA: 5,8 puntos (33,3% en tiros de campo) en la 2014-15 y 6,6 (38,8) el curso pasado. Y esta campaña parecía una réplica perfecta con un promedio de 6,7 tantos en los siete primeros encuentros, hasta que llegaron los Nuggets a Tennessee y todo cambió.
Comenzó con 20 puntos ante Denver, para luego alcanzar los 17 en su visita a Milwaukee y esta madrugada regresó a la veintena, para convertirse en el jugador más veterano en alcanzar esa cifra. Jordan era el antiguo poseedor de esa marca. Una delicia. Además, sus porcentajes de tiro han sido escandalosos con casi un 60% de media. Ha pasado de la nada al infinito sin pausa alguna y su papel desde el banquillo es clave para que Memphis mantenga cierta estabilidad con defensas explosivas ante aleros más jóvenes y rápidos (Wiggins, de los Wolves, puede dar fe de ello) y canastas decisivas como en Salt Lake City. Fue un mate. Qué recuerdos.
"¿Retirarse viendo cómo está jugando? ¡Dale un contrato de dos -o tres- años! Eso es lo que haría. Mierda, dale más dinero", rogó Zach Randolph a los periodistas (ESPN). Carter no está al 100%. Desde aquella operación nunca ha alcanzado el nivel perfecto. La lesión y la edad se combinan por lo que necesita muchos cuidados a través de técnicas para aliviar el dolor crónico y la rigidez en el tobillo como el uso de dispositivos llamados mobes. Durante la pretemporada, además, se centró en el fortalecimiento de esa parte del cuerpo. "Cada pequeña cosa cuenta. Estoy dispuesto a hacerlo todo", confesó Carter.
Su contribución va más allá de la pista. El alero, casi cuatro décadas de edad, sirve de unión en el vestuario. Ayuda a cualquiera. Desde a Zach Randolph en esta nueva etapa saliendo desde el banquillo tras cuatro campañas seguidas como titular hasta a los más jóvenes en su proceso de adaptación a la Liga norteamericana. "Si hay un tipo que está realmente en contacto conmigo desde el punto de vista de cómo quiero que sea nuestro equipo y lo que quiero que represente, ese es Vince Carter", confiesa David Fizdale, entrenador de los Grizzlies. Su final se acerca, pero aún no. Todavía le quedan muchos vuelos por delante.