“Si vuelvo al Madrid, sé que Zidane me dará una oportunidad”
Se fue cedido al Alavés y allí ha crecido: es el segundo que más balones recupera en LaLiga. Mañana no podrá jugar por la cláusula del miedo.
Es el nuevo exponente del linaje de los Llorente-Grosso-Gento. Entre su padre Paco, su tío Julio, su abuelo Grosso y sus tío-abuelos Paco y Antonio Gento, sumaron 1.163 partidos oficiales con el Madrid...
No sabía la cifra, es increíble.
Del Atlético no iba a salir usted, eso parece evidente.
¡No, claro! Mi padre jugó en los dos equipos. Pero me gustaba más cómo le quedaba la blanca… Ojalá pueda jugar yo mucho derbis también con ella. Muchos miembros de mi familia han hecho historia con el Madrid, ahora soy yo el que intentaré seguir sus pasos.
Sus tíos Jose Luis y Toñín jugaron en el Madrid de baloncesto y su madre, Gelu Moreno, fue incluso internacional...
De pequeñín me gustaba casi más el baloncesto. Tengo una foto que me dedicó mi abuelo en la que ponía ‘Para el próximo Michael Jordan’. Lo iba compaginando, pero el fútbol me acabó gustando más porque en mi casa lo que tira es el fútbol.
Con ese pedigrí madridista, ¿por qué no ficha por el Madrid hasta los 13 años?
A mi padre le llamaron de La Fábrica un par de veces, pero dijo que no. Quería que primero me divirtiese jugando al fútbol, con mis amigos, porque ya sabe que luego cuando entras al Madrid, diversión no hay mucha... Te exigen muchísimo.
Gento dijo hace poco en AS que estaba deseando verle en el Bernabéu. No pudo hacerlo su abuelo, Grosso, porque falleció en 2002...
Es un orgullo oírle decir eso siendo quién es. La espina clavada es lo de mi abuelo. Sé que le hubiera hecho una ilusión tremenda verme con la camiseta del Madrid. Cuando murió yo ni siquiera estaba aún en el Madrid. Me da rabia que no me pueda ver triunfando y los buenos consejos que me hubiese dado.
Ya vaticinó que usted se dedicaría a esto...
Sí, siempre decía que “el rubio cabrón” iba a ser futbolista (sonríe). Lo decía porque yo tenía muy mal perder. Cuando perdía en las pachangas en el jardín me enfadaba muchísimo y lloraba (risas). Siempre he sido muy competitivo.
¿En el Madrid ha llegado a oír que juega por tener los apellidos que tiene?
No podían decir que jugara por mi padre… porque no jugaba. En infantiles y cadetes era suplente, toda mi vida en el banquillo.
Cuesta creerlo...
Pues sí. Hasta que llegué al Juvenil B, con Morientes. Y los primeros tres o cuatro partidos con él los pasé en la grada…
¿Qué pasaba?
Nunca había sido titular indiscutible y no tenía esa confianza. También era el físico. Cuando vi que me quedaba tanto en la grada, decidí junto a mi padre aparcar los estudios y entrenarme con él por las mañanas. Lo hice y pronto conseguí la titularidad.
Su padre era un portento físico. ¿Sacó el látigo?
Siempre me cuenta que durante su carrera se cuidaba muchísimo. Yo no le hacía caso... Pensaba que con lo que hacía en Valdebebas me valía. Pero cambié el chip. Me puse en sus manos y es un loco de los entrenamientos (risas). Íbamos a una zona de Las Rozas que se llama El Pinar a correr series de miles. Y por la tarde, a mi entrenamiento con el Madrid. Ahora los días libres me entreno por mi cuenta.
Y sigue una paleodieta. Explíqueme eso...
Es la dieta del Paleolítico. Lo que se comía entonces, pero lo adapto al fútbol. Como un poco de todo, pollo, carne, pescado y huevos, pero de cultivo ecológico, sin pesticidas ni conservantes… De hidratos, sólo arroz, nada de trigo. Lo hago desde siempre. Cuando tenía 3 años mi padre ya me metía las ensaladas con embudo (risas).
¿Y funciona?
Llevo tres o cuatro años sin lesionarme, ni una sobrecarga.
Tras brillar en el Castilla y destacar en la pretemporada del primer equipo, al final se marcha al Alavés, ¿por qué?
Durante la pretemporada, mi intención era quedarme. Pero hablé con José Ángel Sánchez, con Zidane y mi familia, y se optó por una cesión.
Llega a Vitoria, debuta en Primera y se convierte en un gran stopper. Es el segundo que más balones recupera (77) en LaLiga...
Me siento cómodo. Estoy robando muchos balones y me gusta, significa que ahora se me conoce también por ser fuerte en la faceta defensiva. Es un punto a mi favor.
¿Ha tenido que ver que su entrenador ahora sea Pellegrino, que fue un reputado defensa?
Tácticamente me explica muchas cosas. Pero, en el fondo, si puedo robar tanto balón es porque físicamente estoy muy bien preparado. Mi tío Julio también me ayuda, me da indicaciones de cómo colocarme en el campo. También veo mis partidos con él para corregir errores. Cuando llego a la sesión de vídeo el entrenador no me pilla, ya sé qué no hice bien.
Su padre y Gento eran la velocidad y el desborde. Usted es lo opuesto...
Algunos amigos míos me dicen que dónde me dejé la velocidad que tenían ellos (risas). Desde que llegué a Valdebebas he sido mediocentro. Me gusta más mandar y estar en contacto con el balón todo el tiempo.
Y lo enseñó en una plaza de las más grandes. De Segunda B a ganar en el Camp Nou. ¿Miedo escénico?
¡Bufff! Menudo cambio, es verdad. Pero sólo tuve nervios en el calentamiento, luego todo lo demás vino rodado.
Y de paso le hizo un servicio al Madrid...
No pensé en eso, la verdad, sólo en ganar. Pero, como dice, es verdad que ayudé indirectamente al Madrid...
Volvamos al equipo blanco. Cuando se lesiona Casemiro, Zidane reconoce que usted era el recambio natural. ¿Qué sintió al escucharlo?
Es un halago. Pero lo hablé con él en verano y la decisión se tomó. La idea era que jugase al menos 30 partidos y estoy jugando bastante aquí. En verano se verá qué pasa.
¿No le da rabia pensar que podría haber tenido ocho o diez partidos seguidos, el sueño de todo canterano novato?
Podría haberlos tenido, sí, pero los otros veinte o treinta los hubiera pasado en el banquillo. Soy muy competitivo y me cuesta mucho estar en el banquillo, aunque sea en el del mejor club del mundo. No podría estar un par de años sin jugar.
Mucha gente le ve como ‘otro’ Casemiro. Y quizá, por cómo jugó en el Castilla, podría hacer lo que hace Kroos sin el brasileño, ser el ancla pero iniciar también el juego…
No quiero ser otro Casemiro o ser otro Kroos. Yo espero ser Marcos Llorente. No pretendo hacer las funciones de otros sino mostrar las mías. No ser el sustituto de nadie. Voy a hacer lo que hago siempre, tanto ofensiva como defensivamente, no lo que hagan otros.
Por lo que le intuyo, no quiere volver al Madrid siendo un simple meritorio…
Cuando vuelva al Madrid quiero hacerlo con la opción de poder ganarme un puesto, de poder ser titular. No ir para estar en el banquillo por si alguien se lesiona o pasa algo. Quiero ir para luchar por un puesto.
¿Con Zidane es posible?
Creo que sí. Mira mucho los entrenamientos y quién está intenso en ellos. Y a esos jugadores los premia. Si el día de mañana vuelvo al Madrid y sigue estando él, yo creo que por lo menos me daría confianza y una oportunidad.
Pero el que se puede poner la medalla de su debut fue Benítez.
Sólo puedo darle las gracias. Él me subió a entrenarme todos los días con el primer equipo, me enseñó mucho en lo táctico y me permitió cumplir mi gran sueño, el de debutar con el Madrid y en el Bernabéu.
Mayoral apenas juega en la Bundesliga, Mariano sufre para ‘rascar’ minutos... ¿Usted fue el que acertó en verano?
Al principio es imposible saber al cien por cien si vas a acertar. Tenía otras ofertas, pero hablando con mi familia nos gustó el Alavés por su proyecto. Su idea de jugar al fútbol me interesaba y al ser mi primera cesión, no quería salir de España. Acerté de pleno viniendo a Vitoria.
No podrá enfrentarse al Madrid por la cláusula del miedo.
Estoy un poco fastidiado por esto. Pero cuando firmé la cesión ya sabía que estos dos partidos no iba a poder jugarlos así que prefiero no pensarlo... Entiendo que soy jugador del Madrid y la decisión que toman.
Mójese, ¿qué pondrá en la quiniela?
Un 1-0, gol de Deyverson.
Con una familia tan blanca, ¿qué le dirán si el Alavés le fastidia mañana la Liga al Madrid?
En este partido mi familia y mis amigos irán con el Alavés. Tengo muchas ganas de conseguir cosas importantes con ellos y si tiene que empezar por ganar al Madrid, perfecto.
¿Firma ya la permanencia del Alavés y la Liga para el Madrid?
Lo firmo. Aunque ya le digo que aquí no miramos a la salvación, miramos más arriba. Hemos empezado bien, somos como una pequeña familia y vamos en sentido ascendente...