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PLAYOFFS MLB

David Ortiz se despide sin poder dar una alegría a Boston

Los Indians eliminaron a los Red Sox de Boston, pero la otra gran noticia es la despedida de Big Papi del béisbol profesional.

David Ortiz tuvo que salir a recibir una última ovación como jugador tras el final de su partido contra los Cleveland Indians.
Maddie MeyerAFP

Creo que nadie podía esperar que los Indians, que si es cierto que han hecho una temporada fantástica siendo uno de los equipos más regulares de toda la competición. Sin embargo, el rendimiento que ha dado esta postemporada está siendo mucho más elevado del esperado, pillándonos de sorpresa a nosotros, y también pillando por sorpresa a uno de los favoritos para ganar la Liga Americana, los Medias Rojas de Boston.

Sin embargo, la noticia es doblemente triste para los aficionados de Boston pues ven que el sueño de volver a conseguir la corona mundial se ha desvanecido por completo, y que la luz que desprendía uno de los jugadores más talentosos de la historia, -sí, evidentemente es Big Papi-, ya no va a brillar más en el Fenway Park. Se acabó Big Papi.

En una de las mejores temporadas de su vida, o al menos de las últimas, el (a partir de hoy) ex jugador de los Medias Rojas de Boston ha dejado una huella imborrable en la retina de los aficionados del Monstruo Verde. Capaz de ser querido por todos y homenajeado en todos los parques que ha visitado esta temporada.

Ahora los Red Sox tiene la complicadísima papeleta de reforzarse para la temporada que viene y tapar un hueco enorme (no me malinterpretéis) que deja en el vestuario de los Red Sox, y más ahora que ha conseguido por fin ser un equipo joven pero a la vez muy competitivo. Colgándole la etiqueta de ser uno de los mejores, y más prometedores equipos en las Grandes Ligas.

Hubiera sido bonito verle de nuevo luchando codo con codo contra los Azulejos de Toronto y por qué no, en unas hipotéticas Series Mundiales. Pero se acabó pronto. La fanaticada de los Red Sox debe estar triste, pero también ansiosa por ver si lo que viene ahora es el desenlace de la (muy) exitosa carrera de David Ortiz, o por el contrario, es el principio de un equipo dominador en la siempre complicadísima Liga Americana.

Hasta siempre, 34.