Atacante de Salman Rushdie será procesado por intento de asesinato

El hombre sospechosos de atacar al escritor Salman Rushdie en Nueva York será procesado por cargos de intento de asesinato en segundo grado y asalto en segundo grado, dijo la policía estatal este sábado, de acuerdo con CNN.

Hadi Matar, de 24 años, está acusado de apuñalar a Rushdie, cuyo controvertido trabajo ha provocado amenazas de muerte. Inicialmente, la policía estatal informó que Matar fue procesado y remitido sin derecho a fianza a la cárcel del condado de Chautauqua, pero luego dijo que sería procesado el sábado, según reporta CNN.

Rushdie fue apuñalado antes de una conferencia con poca seguridad

Rushdie, de 75 años, fue apuñalado al menos dos veces, una en el cuello y otra en el abdomen, en el escenario de la Institución Chautauqua antes de dar una conferencia. El autor fue trasladado en avión a un hospital en el noroeste de Pensilvania y fue sometido a una cirugía, dijo un oficial de policía de Pensilvania a CNN.

También resultó herido Henry Reese, cofundador de la organización sin fines de lucro City of Asylum de Pittsburgh, quien estaba programado para unirse a Rushdie en una discusión, dijo la policía. Reese fue llevado a un hospital y tratado por una lesión en la cara y dado de alta.

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Posteriormente, el agente de Rushdie confirmó al New York Times que conectaron un ventilador al escritor y que este no podía hablar. “Probablemente perderá un ojo”, dijo el representante. “Los nervios de su brazo fueron cortados, y su hígado fue apuñalado y dañado. Las noticias no son buenas”, agregó.

Después del ataque, surgieron dudas sobre la falta de seguridad en la institución anfitriona. Varias fuentes dijeron a CNN que la institución había rechazado las recomendaciones de medidas de seguridad básicas, incluidos controles de equipaje y detectores de metales.

Los escritos de Rushdie han obtenido varios premios literarios. Sin embargo, su cuarta novela, “Los versos satánicos”, provocó varias críticas, principalmente por parte de algunos musulmanes, quienes consideraron que el libro era un sacrilegio, lo que, en 1988, desencadenó varias manifestaciones públicas.

En 1989, el difunto líder iraní, el ayatolá Ruhollah Khomeini, quien describió el libro como un “insulto al Islam y al profeta Mahoma”, emitió un decreto religioso, o fatua, pidiendo la muerte de Rushdie.