Pedri el maestro
Que un jovenzuelo de 19 años sea el líder del partido y el mejor del partido deja mucho que desear para el Barça y el Nápoles.
Pero es él, el jugador franquicia de los azulgranas y el que dirige las jugadas de ataque. El otro lince es Ferran Torres, un jugador que en el partido de hoy ha sido aclamado por empatar el penalti y odiado por fallar mil oportunidades solo delante del portero partenopei.
Después del calentón de ver empatar a un Barça superior uno mira a Ferran llorando por estar abatido y si uno piensa donde estaba con veinte años, ya les digo yo que seguro que lo haríamos mucho peor.
Así que a los críos atletas genios que quieren su lugar en el mundo del fútbol, todo el respaldo y soporte.
Algunos, desconocedores del ecosistema y tradición de los culés creyeron que el público no asistiría al decadente Camp Nou, pero una vez más se equivocaban ya que 74.000 personas han animado y disfrutado.
Ese sibaritismo de nuevo rico de los años de Pep se esfumó y cuando hay que animar a los chavales que llevan ese escudo y esos colores, pues se va.
Y el paradigma han sido los pitos a Dembélé, que le han dado la bienvenida y después se le ha aplaudido y qué bueno es y qué pena lo poco centrado que está.
El jueves que viene solo podrá entrar el 50% de la audiencia en el otrora llamado San Paolo y que desde la muerte del astro argentino se llama Diego Armando Maradona, pero aún así gritarán para que el 10 les ayude desde allá donde esté.