Comprando la ilusión
Después de ver lo del Getafe, queda poco que añadir. Repetirse una vez en lo mismo, diría que no tiene sentido. Ningún sentido.
Koeman no lee los partidos, Griezmann se esconde, no hay táctica, jugamos a centellazos ahora por parte de un león holandés antes por el que se fue con los parisinos por dinero, no hay triangulaciones y ni tan siquiera hay presión, que eso fue lo que en la primera jornada hizo ilusionar a la culerada.
¿Cómo se entrena la ilusión? Viene dada como el valor en los soldados, piensan algunos. Mientras que otros creen que con un video y una canción de Gladiator se arenga a las masas, como hizo Pep en Roma en 2009 antes de ganar su primera Champions.
La ilusión es una actitud frente a la vida que Bartomeu destrozó y que veremos si Laporta vuelve a comprarla. Los culés necesitan de líderes porque sino, se quejan.
Fueron los Urruti, Schuster, Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronnie, Puyol, Xavi, Iniesta y Messi los que lideraban proyectos, ahora no hay nadie.
¿Quién es el líder? ¿El danés renqueante? O el francés escondido pero muy bien peinado.
La idea es que la carencia de un referente y un o unos líderes que agrupen y generen una nueva ilusión es el factor fundamental para volver a creer.
Sin ilusión, no hay creencia y sin creer pasa lo que pasa en el campo: un grupo de muy buenos jugadores que uno siente que no fluye la energía y aunque quieran, no lo consiguen.
En el Madrid, les guste o no, Florentino lo es y hace y deshace pero lo es. Laporta lo intenta, sin embargo y gracias a que Bartomeu, cada vez que habla, lo hace mejor, veremos si consigue traer, crear, ¿comprar? Esa ilusión que se fue y que no sabemos cuándo volverá.
Que un jugador como Ilaix haya preferido irse al Leipzig, repito Leipzig, antes de ser titular en el Barça denota y demuestra que algo raro está sucediendo.