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DIVISIONAL ROUND

No esperes más: Los pronósticos para los playoffs divisionales de la NFL

Tom Brady y Drew Brees se ven las caras por tercera ocasión en la temporada ¿Los Bucs habrán encontrado la fórmula ante su némesis?

Estados Unidos
Tom Brady y Drew Brees se ven las caras por tercera ocasión en la temporada ¿Los Bucs habrán encontrado la fórmula ante su némesis?
John MunsonAP

Es curioso cómo funciona la NFL. Semana a semana nos emocionamos, nos decepcionamos y hablamos de tal o cual sorpresa. De equipos contendientes, pretendientes y sin dientes. Hablamos de cambios generacionales, de la vieja y nueva guardia.

Y después de 17 semanas de temporada regular y la ronda de comodines. Poco o nada ha cambiado.

Estamos como al principio. O bueno, casi.

No quiero ser aguafiestas, pero es verdad. Cuando nos preparábamos para la temporada, la mayoría de nosotros anticipábamos unos playoffs con la presencia de Aaron Rodgers, Drew Brees, Tom Brady, Patrick Mahomes, Lamar Jackson y Josh Allen. Y si alguien no lo esperaba fue por dos simples razones: O quiso ser el “tipo que piensa diferente” o es un ignaro. No hay más.

Sí, desde luego que podemos hablar de que los Browns ganaron su primer juego de playoffs desde que Pedro Picapiedra y Pablo Mármol recibían pases del Capitán Cavernícola, o podemos hablar de la defensiva de los Rams y su capacidad para relajar los esfínteres de los rivales. Pero los cambios son mínimos y sutiles. Sin embargo, al igual que cuando tu mujer vuelve de la estética, más vale notarlos.

Es ahora, que las apuestas suben y que ningún pronóstico es válido —salvo los míos, por supuesto. La gran mayoría de nosotros pudo ver desde agosto y septiembre hasta este punto. A partir de aquí es que el camino se divide y cuando cualquier cosa puede suceder. Bueno, casi cualquier cosa.

Vamos a los picks.

Rams en Green Bay (-7): Posiblemente el juego más sencillo de analizar. Aaron contra Aaron. Dos talentos generacionales frente a frente y de poder a poder. Si les dio la impresión de que estaba narrando una pelea de box, es porque así es. Dos “Aaron” al frente de dos unidades dominantes y donde el que reciba más ayuda es quien podrá vivir para contarlo. Para presumirlo. Para escribir canciones épicas.

La última vez que Rodgers y compañía jugaron un partido de playoffs salieron derrotados ante un equipo del Oeste de la NFC con una potente defensiva. Ahora, el riesgo de que eso se repita es latente. Después de todo, los Rams vienen de jugar como lo que son, la mejor defensa de la liga y una unidad que tiene las armas necesarias para contener a unos Packers que, coincidentemente, terminaron como el equipo más anotador de la NFL.

Para Aaron Rodgers, hay un Aaron Donald. Para un Davante Adams hay un Jalen Ramsey y así sucesivamente hombre por hombre. La paradoja perfecta del objeto imparable que choca con el objeto inamovible.

Green Bay sigue sin encontrar, sin embargo, una defensa que no pueda vulnerar, mientras que Jared Goff y sus huestes deberán darle toda la ayuda posible a una defensa que invariablemente recibirá puntos. Ya vimos que el pulgar fracturado no es un problema, son los otros cuatro dedos del inestable quarterback los que preocupan a L.A.

Packers 26-21 Rams.

Ravens en Buffalo (-2.5): Con todo lo que ha sucedido en las últimas semanas es fácil olvidar el momento en el que Lamar Jackson se recuperó de calambres (¿intestinales?) para rescatar la temporada de los Ravens ante los Browns. Desde entonces, Baltimore ha lucido más peligroso que Hacienda desplegando una ofensiva prácticamente indefendible y recuperando la forma que lo convirtió en favorito desde la temporada pasada.

Los Bills llevan tiempo mostrándose así, siendo indiscutiblemente el equipo más vertical de la NFL en la segunda mitad de temporada. Josh Allen, Stefon Diggs y compañía han logrado maquillar sus deficiencias de la mejor manera posible, con puntos. Eso no significa que no tengan vulnerabilidades, y precisamente esas debilidades se ajustan perfectamente a las fortalezas de Baltimore.

La mejor opción de los Bills es salir del túnel y golpear a Baltimore en la boca. Poner puntos desde el principio, muchos, y obligar a que Lamar Jackson te gane el juego con el brazo y no con las piernas. En un juego de temperaturas gélidas y bajo los elementos, es más fácil decirlo que hacerlo. Las condiciones favorecen a los equipos físicos y capaces de establecer el ataque terrestre, las dos banderas de los Ravens.

Ravens 24-22 Bills.

Browns en Kansas City (-10): Baker Mayfield se convirtió la noche del domingo en el tercer quarterback de la generación 2018 en ganar su primer juego de playoffs la semana pasada, junto a Josh Allen y Lamar Jackson. Las deficiencias de Pittsburgh ensombrecieron, sin embargo, una sólida actuación del quarterback de los Browns quien pasó para tres touchdowns ante lo que se suponía era una de las mejores defensas de la NFL.

El domingo, el reto es diferente. Ahora tiene la obligación de brillar pues su defensiva difícilmente le hará tantos favores ante un Patrick Mahomes y unos Chiefs que salen al campo con la misión de defender el título. La semana de descanso de Kansas City les dio la oportunidad de replantearse una recta final de campaña en la que perdieron un poco de pegada. Claro que en los términos en los que se vienen manejando los Chiefs eso significa un golpe de Roy Jones Jr. y no uno de Mike Tyson. No se siente igual, pero de todas maneras te va a doler.

Kansas City es un animal distinto. Un equipo capaz de anotar con un par de jugadas, tirando a la basura el plan de juego de ataque terrestre y control de balón que muchos han intentado en su contra. Permitieron más de 100 yardas terrestres en nueve juegos y fue bueno para perder dos partidos, uno de ellos inconsecuente. Si Cleveland quiere tomar ese camino, es poco aconsejable. Los Raiders, de entre todos los equipos, revelaron la fórmula para vencer a los Chiefs y es simplemente ir a un tiroteo descarado y sin miedo al éxito. No es una fórmula exacta, pero es la mejor opción. Desafortunadamente para los Browns, no tienen los elementos para hacer eso.

Chiefs 37-24 Browns.

Buccaneers en N. Orleans (-3): Drew Brees y Tom Brady se enfrentan por tercera ocasión en la temporada, dos de los quarterbacks más laureados en la historia y bla, bla, bla. Esa historia está más desgastada que carrito de súper. Pero al igual que con el carrito de súper que invariablemente tiene una rueda con dirección independiente, es imposible intentar evitarla.

Como tal vez ya hayan leído por ahí, a menos que hayan estado en una cueva, Brees y los Saints ganaron los dos duelos de temporada regular, en partidos en que la defensiva de Nueva Orleans obligó seis intercambios de balón, incluyendo cinco intercepciones a Brady.

Pero la versión actual de los Bucs está lejos de ser la de los primeros dos enfrentamientos. En el primero de ellos, Brady no contó con una pretemporada en forma y se vio exactamente como lo que era, un quarterback en un nuevo sistema y sin el beneficio de la práctica. En el segundo cotejo, simplemente se puso muy feo muy rápido. Cuatro series de tres y fuera y cuatro touchdowns en contra en las primeras cinco ofensivas.

Replicar ese dominio es extremadamente difícil en esta liga, máxime ante un equipo tan talentoso como Tampa Bay. Si alguien espera un juego de un solo lado, también puede esperar al conejo de Pascua. Los Bucs tienen más armas que una película de Schwarzenegger y el viejo Tom ha aprendido a usarlas con el paso de las semanas. La defensiva de Tampa Bay es capaz de sacar a Alvin Kamara de la ecuación, quitándole un pulmón a Brees.

Además, a los Saints siempre les sucede algo extraño en playoffs.

Bucs 29-27 Saints.

La Apuesta de DeTocho

Packers -7

Bucs +3

Browns-Chiefs OVER de 57

Carrera de Picks:

Playoffs

Pirrón: 4-2

DeTocho: 4-2

En la temporada regular:

Pirrón: 166-90

DeTocho: 179-77

Total

Pirrón: 170-92

DeTocho: 183-79

Contra el spread:

Playoffs

Pirrón: 2-4

DeTocho: 2-4

En la temporada regular:

Pirrón: 108-132-16

DeTocho: 121-129-6

Total

Pirrón: 110-136-16

DeTocho: 123-133-6