Estados Unidos no tiene piedad de El Salvador en Miami
A pesar de no contar con sus figuras, los de Greg Berhalter salieron sin misericordia para propinarle una escandalosa goleada a El Salvador.
Estados Unidos no tuvo piedad de El Salvador y le propinó un escandaloso 6-0 en duelo amistoso que se disputó en el Inter Miami Stadium. Un doblete de Chis Mueller, y tantos de Ayo Akinola, Sebastian Lletget, Paul Arriola y Brenden Aaronson le dieron el triunfo a los de Berhalter.
Desde los primeros minutos se veía la intención de la escuadra dirigida por Gregg Berhalter. Buscar el arco contrario para llevarse la victoria. Fue hasta los 17 minutos que Paul Arriola apareció para inaugurar el marcador. El ex jugador de Xolos apareció a segundo poste sin marca para hacer el primero.
Tan sólo tres minutos más tarde, Chris Mueller marcaría el segundo después de aparecer sólo sin marca. El jugador de Orlando City no tuvo ningún problema para definir con un disparo que dejó inmóvil al guardameta de la 'Selecta' Herny Hernández.
A los 22 minutos, el partido ya estaba sentenciado. Sebastian Lletget definió como 'crack' después de aparecer dentro del área y bombear su remate por encima de Hernández. Estados Unidos se paseaba en la casa del Inter Miami.
Pero faltaba más, Mueller apareció dentro del área para con un remate de 'palomita' vencer nuevamente el arquero salvadoreño y con ello poner el marcador 4-0 en menos de 25 minutos.
Ayo Akinola se quería unir a la fiesta y lo conseguiría tan sólo dos minutos después del cuarto tanto. El jugador de Toronto FC aprovechó la mala marca de la zaga de la 'Selecta' para con una barrida empujar el balón a las redes y poner el 5-0 antes de medio tiempo.
No hay sexto malo
Apenas comenzando el segundo tiempo, apareció Brenden Aaronson para cerrar un servicio perfecto de Lletget, quien nuevamente tuvo una buena actuación con la camiseta de la selección de las Barras y las Estrellas.
Estados Unidos bajó en ese momento el ritmo del partido y terminó conformándose con ese resultado, aunque a pesar de ello todavía pudo caer un séptimo tanto, que afortunadamente para Carlos de los Cobos, ya no llegó.