Yo quiero Rashfords
La pandemia nos ha hecho perder a seres queridos, seres cercanos y más lejanos y nos ha metido algo dentro a muchos, que no habíamos conocido antes. Eso, se llama miedo.
Sin embargo, en medio del ocaso de costumbres que miles no entendíamos como, entre otras cosas, los sueldos astronómicos a personas que golpean un balón, ha aparecido un chico, un joven, un Generación Z, una estrella, un líder que nos ha hecho volver a creer en principios que tal vez, nos habíamos olvidado.
Hay varias, por no decir muchas teorías sociológicas y empresariales que nos hablan de los Stakeholders. En román paladino, que el fútbol no va solo de generar dinero en derechos de televisión ni patrocinios, el fútbol tiene la obligación de ser un factor cambiante en la sociedad.
Y factor social no me refiero a hacer publicidad y comunicación para decir lo buenos o amables que somos con otros grupos, me refiero a Marcus Rashford.
Rashford nos está volviendo a enamorar del fútbol. Con su sencillez y determinación en colaborar para que los niños del Reino Unido, no pasen hambre.
No voy a resumir ni aquí ni ahora porque es enorme todo lo que está haciendo, pero invito al amable lector a que investigue, se inspire y se convierta también en Marcus Rashford.
La trascendencia de las acciones que hacemos es la que nos convierte en líderes y hacen que los demás nos sigan.
Yo quiero más Rashfords en mi equipo y en tu equipo y en el equipo del vecino porque es posible y necesario, porque ya sucede y porque es un orgullo.
En épocas convulsas, nuevos líderes son requeridos y Rashford es el primero de muchos.
Glory Manunited! and the Reds are marchin’ on!