Humano, demasiado humano
Y al final fue un hombre fuera de la cancha, como todos nosotros. Dentro del campo y con el balón no fue de este mundo, sin embargo se obsesionó en recordarnos que fuera es, al fin y al cabo, un mortal.
Se equivoca Messi por tratar al Barça así. Aunque él quiera pensar que su desidia, manía y furia estan dedicadas a Bartomeu, no es verdad. No es así. Es al Barça y a los millones de seguidores con quien se está portando mal.
¿Realmente le va de unos millones? ¿Tan mal lo está pasando para no poder aguantar unos meses más?¿El desplante lo hace ahora y por qué no lo hizo cuando le metieron a Griezmann o Setién?
Nunca fue ni será un líder como Cantona, Jordan o Sergio Ramos, pero eso ya lo sabíamos. Sin embargo, ¿de esta manera quiere actuar? No yendo a los entrenamientos de tu club que te paga 10 millones al mes.
O le han asesorado muy mal, sino que le pregunte a su amigo Neymar cómo reculó cuando vio que al jeque le daban igual sus presiones, o es que no tiene en la cabeza nada porque lo consume todo siendo el mejor jugador del mundo.
Quiere y se esfuerza en comportarse como un niño enfadadito porque sí. Los dioses se comportan como tales en cualquier medio.Dan la cara, salen en una rueda de prensa, se explican, exponen sus razones, son asertivos y buscan soluciones.
Lo que le enseñamos a nuestros hij@s o sobrin@s de dos años sobre cómo tienen que vivir y dar la cara es justo lo que no hace la leyenda viva del fútbol.
No es una pena ni una lástima cuando ya parcelamos que solo durante noventa minutos se ponía el traje de Dios y nos hacía llorar. Pero después del pitido, intuíamos que volvía ser humano y con lo que hace, simplemente nos lo ratifica.