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George Floyd

Bedoya se indigna por asesinato de George Floyd: "Guardar silencio es ser cómplice"

Mientras las protestas por la muerte de George Floyd se multiplican, futbolistas como Alejandro Bedoya se unen a la petición de justicia hacia el gobierno de USA.

Estados UnidosActualizado a
Mientras las protestas por la muerte de George Floyd se multiplican, futbolistas como Alejandro Bedoya se unen a la petición de justicia en Estados Unidos.
Getty Images

Estados Unidos está consternado debido a la muerte de George Floyd, ciudadano estadounidense que perdió la vida luego de ser sometido por un policía blanco que puso su rodilla sobre el cuello de la víctima durante casi 9 minutos. Debido a esto, las protestas han inundado el país norteamericano, que tiene sus calles abarratodas de protestantes, quienes quieren terminar con el "racismo sistémico" en la nación de las Barras y las Estrellas.

Los deportistas estadounidense no se han quedado atrás y, como era de esperarse, el futbolista y activista que milita en la MLS, Alejandro Bedoya, lanzó su postura por medio de su cuenta de Twitter, en donde reprobó el acto racista que terminó con la vida de George Floyd.

"Guardar silencio es ser cómplice. No podemos seguir tolerando el evidente racismo e injusticias que están ocurriendo en nuestro país. Estoy de pie y luto con personas de color cuyas comunidades han sido afectadas. ¡Gracias Philly por el apoyo!", escribió el jugador de Philadelphia Union.

De esta manera, Bedoya se ha unido a las voces de LeBron James, Popovich, Mbappé, Gasol y muchos otros deportistas que quieren que se haga justicia, pues hace unos días se dio a conocer que el exoficial Derek Chauvin sólo sería juzgado por asesinato en tercer grado.

Resguardan a Trump en bunker de la Casa Blanca

La noche del domingo 31 de mayo, Donald Trump tuvo que ser resguardado en el bunker de la Casa Blanca, pues cientos de personas se reunieron a las afueras del capitolio para protestar contra el racismo en Estados Unidos y pedir justicia para George Floyd. Acción que llegó luego de que el mandatario estadounidense amenazara con mandar al ejercito a Minneapolis por los disturbios durante las protestas.