CORONAVIRUS EN USA

Carlos Ayala, de jugar con El Salvador hace caretas en USA durante COVID-19

El exjugador de la selección de amputados de El Salvador actualmente trabaja en un laboratorio en Estados Unidos y elabora caretas para hospitales durante el coronavirus.

Estados Unidos
El exjugador de la selección de amputados de El Salvador actualmente trabaja en un laboratorio en Estados Unidos y elabora caretas para hospitales durante el coronavirus.

Carlos Ayala defendió la playera de la Selección de Amputados de El Salvador por cuatro años, pero al mismo tiempo tenía un laboratorio de prótesis, donde le brinda apoyo a las personas. Tras su retiro en 2015, emigró a Estados Unidos en busca de una mejor vida; cuatro años después de su llegada a las Tierras del Tío Sam, el salvadoreño se dedica a hacer caretas para los doctores y personal de los hospitales que luchan en la primera línea contra el coronavirus.

El exseleccionado nacional contó en entrevista para El Gráfico cómo vive la pandemia en Nueva York y cómo ha sido su vida desde que llegó a Estados Unidos, donde pasó de todo antes de poder conseguir el trabajo en el laboratorio donde actualmente se dedica a hacer mascarillas para hospitales donde se atiende el COVID-19 en la Unión Americana.

“Los hospitales están cerrados, la gente no llega a la toma de medidas de órtesis y prótesis… no nos está llegando trabajo, pero ellos (laboratorios) hacen mascarillas. Primero fueron como 500 mil que encargaron, luego llegó otro pedido de 100 mil caretas, apoyamos porque el coronavirus está complicado. Estas mascarillas, elaboradas con elástico, grapas y plástico especial, son para hospitales públicos y privados de todo Estados Unidos”, comenzaba la charla Carlos.

Cómo llegó al laboratorio

Cuando llegó a USA, Ayala comenzó trabajando como repartidor de pizzas y en un parque; los dos años le salió la oportunidad de entrar a trabajar al Laboratorio East Coast, en Nueva York, donde se encargan de hacer prótesis, por lo que él, al ser especialista en esto (gracias a sus años con el laboratorio en El Salvador) pudo quedarse con un puesto.

“Los primeros dos años me costó, trabajaba de lo que me caía, como todo salvadoreño, mi primer trabajo fue en un parque haciendo limpieza. Luego trabajé en el servicio a domicilio en una pizzería. Un amigo que trabajaba en un laboratorio me recomendó, buscaba a una persona que supiera de órtesis y prótesis, me mandaron a probar y me quedé. Me sirvió que tenía mi licenciatura”, comentó el goleador de la selección.