Lamar Jackson, un escalón arriba de Michael Vick
El mariscal de campo de Baltimore consiguió 637 yardas por tierra en la primera mitad del calendario de Ravens para imponer una nueva marca, perteneciente a Michael Vick.
Desde hace varios años en la NFL los mariscales de campo hacen mucho más que lanzar dardos a las manos de sus compañeros.
Han habido algunos nombres que desde décadas atrás se han mencionado y han destacado –aun siendo pasadores– por la velocidad en sus piernas y la agilidad de sus movimientos. Pero ninguno lo había hecho como el primer pick del Draft de 2001, hasta el Sunday Night Football, donde Lamar Jackson alcanzó las 637 yardas terrestres en sus primeros ocho juegos del calendario.
El duelo estelar del domingo de la Semana 9 terminó en favor de Baltimore Ravens sobre New England Patriots, donde Jackson alcanzó 66 yardas al acarrear el ovoide contra la defensa número 12 en la NFL, en cuanto a permisión de yardaje por tierra se trata.
De las 99.1 yardas por partido que permite la defensa de Bill Belichick por la vía terrestre, Lamar Jackson se encargó de hacerles 66, y no solamente eso. También vino el castigo por aire con 163 yardas en 17 de 23 intentos (73.91%), además de un pase de anotación y un rating de quarterback de 107.7 puntos, el más alto para el egresado de Luoisville desde la Semana 1 (158.3) donde lanzó 324 yardas y 5 pases para touchdown.
La marca de más yardas acarreadas en ocho partidos para un quarterback era para el egresado de Virginia Tech -y sensación del Madden 2004-, Michael Vick, cuando alcanzó 576 en 2006. Esa misma temporada, Vick terminó con 1039 yardas y un par de anotaciones por tierra, en 16 partidos disputados; Jackson ya acumula 5 anotaciones de esa forma.
Aquel fue su último año con Atlanta Falcons antes de perderse dos años de actividad en los emparrillados por una suspensión que venía directamente del comisonado Roger Goodell, después de ser declarado culpable de cargos federales por operar ilegales peleas de perros.
Nueva era en Baltimore
El quarterback de John Harbaugh le ha traído esperanza a Baltimore después del notorio declive y desgaste de su expasador Joe Flacco, quien los liderara en una postemporada histórica al campeonato del Super Bowl XLVII, donde John derrotó a su hermano Jim para ganar el segundo título de la franquicia.